Mi Karen
Fecha: 11/01/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos
... podía dejar de imaginar la perfección del cuerpo de mi hija. Deje de trotar, en ese estado me resultaba imposible. Camine largo rato, sumergido en los más candentes pensamientos. Regrese a casa, y me duche antes de salir a trabajar. Tuve una de problemas durante el día. Nunca pude concentrarme en mi trabajo. La puchita empapada de Karen se me revelaba a cada instante. Daniela, a partir de ese día dejo de ser mi tormento. Desdichadamente, mi nuevo deseo estaba más lejos de mí, que nada en el mundo. Al principio sentí remordimiento, más, poco a poco fue desapareciendo mi sentimiento de culpa, y fue sustituido por una obsesión carente de esperanza, por los tentadores encantos de mi linda Karen. Mi nueva, y angelical cascadita de deseos. Había engordado algo, y aun sin proponérmelo comencé a bajar de peso, de pronto me vi en mi peso ideal, delgado, atlético. Empecé a rechazar la cena, solo ingería una manzana, y un vaso de agua antes de acostarme. La idea, de abandonar la alcoba que compartía con Daniela, era historia. Ella ya no me importaba, mi deseo por ella se fue, como agua sucia al drenaje. Tenía una nueva afición nocturna, ahora me urgía oír roncar a Daniela.
Sentía desprecio por ella y la maldije varias veces. Sobre todo, cuando no sé porque razón, su hormona se alborotaba y quería que me la cogiera. Por supuesto que me negué ¡chingue a su madre, ya no la necesitaba! uno de esos días discutimos. Y nuestra relación se hizo más difícil, de por si no existía. La primera ...
... noche que arme de valor, para entrar a la recamara de mi nena, ¡fue increíble! alumbrado por una lámpara, penetre hasta su cama, ¡vaya suerte que me acompañó esa noche! mi nena dormía con solo sus pantaletas. Sentí que mi corazón se detenía. Víctima de esa seductora imagen. Alumbre su cuerpo de pies a cabeza, debiéndome a devorar con mis ojos, cada centímetro de su delicioso cuerpo. Queriendo guardar en mi cerebro, todo lo bello de aquella figura. Muy cuidadoso había sido al entrar, y mi nena jamás despertó, a pesar de que la blanca luz de la lámpara, llego a iluminar su lindo rostro. Le había visto tantas veces, sin poner demasiada atención en ella, que ahora que la miraba tan vulnerable a mis lascivos ojos, me parecía inmensamente bella. La semejanza con su madre, era evidente, pero sus diferencias le hacían ser más bella ante mis ojos. Sentí unas enormes ganas de estrujar sus abombados pechos, movidos por su incesante respiración. Baje la luz con mucha lentitud, y alumbre su vientrecito plano y terso, hasta posar la luz, justo donde sus piernas hacen intersección. Caí atraído por el magnetismo que tiene ese adorable rincón, causante del más grande placer que pueda disfrutar un hombre. Sus tenues pantaletas blancas, no lograban ocultar el oscuro tono del pelambre que resguardaba su tesoro.
Me asuste un poco, porque en ese momento Karen se novio. baje la luz de la linterna tratando de ocultarme en la oscuridad, solo fue una falsa alarma, ni siquiera cambio de posición, ...