Mi Karen
Fecha: 11/01/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: DENYS PERVERSO, Fuente: CuentoRelatos
... Efectivamente, era el único disponible, y tuve que hacer su trabajo. Ni eso logro quitarme el buen humor, a pesar que la diligencia tuve, que hacerla a pie. Era impensable usar el carro, el sitio no estaba a más de un kilómetro. Hacía calor, tome el portafolio, y salí dispuesto a hacer mi trabajo. Cosas que tiene el destino, de manera sorpresiva, vi pasar Daniela casi frente a mí. Iba hablarle, pero decidí seguirla, era extraño que anduviera en la calle, y más por el sitio que transitaba. ¿A mi oficina? no, no lo creo, la seguí a prudente distancia, de pronto se paró un auto frente a ella, abriendo enseguida la puerta, el carro me era familiar, estaba seguro de quien era, pare un taxi que pasaba por suerte, y le dije que siguiera el carro que le indique. Después de seguirlo un rato, lo vi ingresar al hotel. Sabía de sobra a que se habían metido, no lo niego, me dio coraje. Dejé aquello por la paz, y me apuré en mi encomienda. Así lo hice, tenía que regresar para sorprenderla al salir. Yo no sé si fue suerte, aunque yo no la llamaría de ese modo, pero el cliente me cancelo al llegar, por un asunto urgente que debía atender. Volví a tomar un taxi, y me planté donde debían salir. Seguramente confiaban en que todos estaban en sus asuntos, sobre todo yo. Porque duraron más de dos horas en el hotel. Cuando mire venir el carro de mi Hermano Carlos, me puse frente a la salida. Cuando me vio, no me reconoció, hasta que realmente puso atención en mí. Pues tal parecía, que seguía ...
... pensando en la abundante barba del sexo de Daniela, palideció e intento hablar, —yo… —¡tú cállate maldito! Solo quería que me vieras… ¡Esto lo arreglamos en casa maldita zorra! Les franqueé el paso y regresé a mi oficina. Ahora me explicaba la falta de apetito sexual de mi mujer. En realidad lo que no quería era serle infiel a mi hermano. Ya no me importaba, pero si me dio coraje. Para nadie es agradable sentirse cornudo.
Cuando regresé a casa, Daniela me miro suplicante. Estaba junto a Karen en la sala. —¡qué bueno que se encuentra la familia reunida! Porque tenemos que tratar un asunto bastante espinoso —Rafael te lo suplico—explícale tú, para que yo no le ponga demás —es que malinterpretaste lo que viste —¿de qué están hablando papa? —que te explique tu mamá, después de todo soy un caballero, aunque para serte franco, es imposible atender esa situación— Daniela volvió a intervenir. —por favor no me hagas esto —yo no te he hecho nada, sin embargo, tú me convertiste en nada, a partir de mi mala interpretación —me van a explicar o no —tercio Karen. Daniela vio en mi rostro que no cedería. —explícale tú a mí me da vergüenza —no te hagas un favor mi amor, la vergüenza no la conoces.
Daniela intento huir de aquel momento pero yo la detuve. — espera, debes estar presente para desmentir mi dicho. A grandes rasgos, le conté a Karen la infidelidad de su madre con su tío Carlos. Mi nena se puso triste, lloraba en silencio. Colérico por esa situación dije a Daniela: —la decisión la ...