Malena 5: Nuevo Comienzo 2
Fecha: 12/01/2020,
Categorías:
Lesbianas
Autor: relator23, Fuente: CuentoRelatos
... como comiéndose un manjar. Ella se retorcía y le acariciaba su cabello con ternura y le dirigía palabras delicadas para que supiera que se le entregaba de verdad.
Pierína, observaba sentada tras la cabeza de Malena con sus muslos abiertos colocados a cada lado de sus orejas. Le acariciaba las mejillas con exquisito miramiento. Malena no veía su cara pues la tenía detrás, pero sentía el influjo sensual que manaba de su entrepierna y le entraba a su cabeza directamente.
En el momento que sintió que el orgasmo se acercaba, Octavio notó el temblor recrecido de sus entrañas, dejó lo que estaba haciendo con su boca y se irguió, colocó la cabeza de su tranca en la entrada de Malena y se la zampó de sopetón.
Malena abrió los ojos y vio sus bellos ojos mirándola, sonrió y los volvió a cerrar. Ya estaba cerca del cielo.
Pierína ahora le acariciaba los senos. Malena acarició esas manos que tan sabiamente la hacían gozar de una forma diferente a la que Octavio le aplicaba.
Él se enterraba completo y luego salía casi hasta sacarlo, de allí se enterraba nuevamente pero despacio. Malena estaba perdiendo el control. Abrió los ojos llorosos y miró a Pierína que estaba inclinada sobre ella.
Su mirada se lo dijo todo: estaban gozando de ella. Ambos estaban deleitándose con su cuerpo portentoso. Ella era su placer: el placer era para ellos. Su propio gozo era un asunto que no habían discutido como parte del trato.
Cerró los ojos nuevamente y sintió los labios de Pierína ...
... sobre los suyos. Abrió la boca para que su lengua la penetrara.
Octavio estaba acelerando sus movimientos. Ella sentía su dureza llenando su canal con buena carne. No quería irse aún, quería sentirlo más… sentía su calor, su sudor, el roce de su pubis y cómo sus ninfas se abrían para tragarlo y se estremecían cuando casi las abandonaba.
Era un maravilloso suplicio… pero todo tiene fin, el orgasmo emergía trepidante de sus tripas que latían como queriendo expulsarlo. Pierína lo presintió primero que Octavio y dejó de besarla pero mantuvo su cara cerca de la suya… para tragarse su hálito cuando lo sintiera salir.
Malena extrañamente estaba silenciosa. Sólo resoplaba y respiraba por la boca, apretaba los ojos y las piernas, pero no se quejaba.
El orgasmo llegó y se manifestó en forma de un quejido grueso que salía de su matriz, en forma de un estremecimiento espasmódico que recorría todas sus fibras. Su cola se levantaba del suelo sin ella proponérselo, sus manos enterraban sus dedos en los brazos del macho y su boca suplicaba a la hembra que la besara.
Así se fueron juntos: Octavio y Malena.
Apenas él terminó, Pierína prestamente lo apartó y sumió su cabeza en el vientre de Malena.
Comenzó a chupar el semen de su marido y la vulva de Malena, era una sensación exótica, diferente, la que Malena ahora sentía. La lengua era más suave, la caricia más experta…
Octavio permanecía a su lado observándola con su bella sonrisa, ella lo tomó por un brazo con el objeto ...