1. La tetona y la moneda


    Fecha: 12/01/2020, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... yo paseaba por la sala mientras hablaba. Era una forma de que me escuchara y obedeciera, el ruido de los tacones sobre el suelo ejerce un poder hipnótico en los hombres.
    
    Caminaba pausadamente y al tiempo iba exhibiéndome con discreción. El director se mostraba muy dispuesto a todo lo que le indicaba, que si mi hija tenía que tener cuidado, que si era una edad compleja. Que si él estaba ahí para cuidar de los alumnos. Que por supuesto examinaría el expediente de ese chico tan díscolo.
    
    Cuanto más me concedía más dispuesta estaba yo a cederle pequeños regalos. Me paseaba de espaldas a él para que pudiera observar sin recato alguno mi firme trasero que se movía bajo el ritmo de los pronunciados tacones. Lo hacía lentamente para que pudiera deleitarse la vista y no tuviera que mirar de soslayo.
    
    -¿Sabe cómo se llama ese alumno?
    
    - me preguntó.
    
    - Carlos López, está en la clase de tercero con mi hija Teresa.
    
    El director hizo un gesto de sorpresa que me extrañó. Se quedó pensando unos segundos y dijo:
    
    - ¿Sabe usted que Carlos López, el alumno del que me habla, es mi hijo?
    
    De repente me sentí mareada. Llevaba unos minutos hablándole fatal sobre un chico y resulta que era su propio hijo. Me senté en la silla enfrente de la suya. Él se levantó ahora. Comenzó a pasear. Había metido la pata hasta el fondo y ahora tendría problemas.
    
    Comenzó a hablarme sobre lo preocupado que había estado con la educación de su hijo, tanto como profesor como padre. Yo apenas ...
    ... podía decir nada. A todo le daba la razón, tan grande había sido mi error de no comprobar si conocía al tal Carlos.
    
    - Carlos tiene 18 años para 19 y le cuesta pasar los cursos, pero es un chico inteligente. Él no tiene la culpa de que le guste a las chicas.
    
    - No, claro. -dije yo. - Pero entiéndalo...
    
    - No, entiéndalo usted. ¿Ha visto cómo viene a clase su hija y sus compañeras? Van demasiado sueltas para mi gusto. Muy ligeras de ropa, provocando.
    
    - Bueno...
    
    - Sí, su hija por ejemplo. ¿Controla usted la ropa que ella trae a clase?
    
    - Mi hija siempre viene vestida muy decentemente a clase. - dije un poco enfadada
    
    El director seguía paseando y hablándome, mirándome directamente a los ojos y forzándome a retirarle la mirada.
    
    - Usted viste muy provocativamente y su hija toma ejemplo de lo que ve.
    
    - No estoy de acuerdo. - le dije. - Yo visto muy correctamente, ¿O quiere que lo haga como una monja?
    
    - No como una monja, pero. ¿Me negará usted que esa blusa está a punto de estallarle de lo justa que le queda? - dijo el director con descaro.
    
    - ¿De qué está hablando? - dije airada. - La blusa me queda perfectamente y es usted un desvergonzado.
    
    - ¿Ve de lo que le hablo? Luego si mi hijo no puede controlarse ante tanta compañera con las hormonas disparadas y vistiendo tan... ¡Qué quiere que le diga! ¡Le apuesto a que su camisa no soportaría ni un milímetro más de tensión!
    
    Las formas del director habían sido intolerables así que hice por levantarme. Con ...
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