53.5 Sueños y final
Fecha: 13/01/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... Gonzalo, se colocó a horcajadas sobre mi y sentí la punta de su pene apretando en mi entrada, me relajé y a pesar de mi disposición sentía un dolor lacerante, me queje y se retiró para volver a lamer mi estirado ano.
Cuando volvió a intentarlo entró su glande, creía que iba a reventar pero el dolor desapareció, solo notaba que algo muy gordo ocupaba la entrada de mi culo empujando hasta conseguir meterse y disputar el espacio a la polla que palpitaba deseosa en mi interior.
-Relájate pequeñín. Tu culito se hará a las dos pollas. –Gonzalo mordía mis labios para entretenerme y distraer mi cabeza de lo que sucedía a mi espalda, en la entada de mi ano.
-¿Cómo te sientes?, me oprime la polla de Nico contra la mía, esto es la leche. Tu culito se estira para que estemos los dos en él. –no le podía explicar, no sentía ningún dolor, solo la ocupación de mi recto con una intensa tirantez y un inmenso placer.
-Mi bello putito. ¿Te gusta que te comparta con tu amante?, ¿qué te follemos los dos a la vez? -solo podía asentir con mi cabeza.
Nico se colocó de pie, elevé mi culo para que no perdiera el contacto y no se saliera de mí, me cabalgaba como si fuera un jinete a su yegua y Gonzalo disfrutaba del roce de su verga con la de Nico y mi ano. Comenzaron a entrar y salir a la vez, acompasados metiendo la tremenda polla que formaban las dos unidas, los pelos de las piernas de Nico me frotaban en mis costados y a veces en mis muslos, no podía meter su verga del todo al ...
... estar ocupando su lugar la de mi amado chico, y se colocó detrás de mí, arrodillado a mi entrada con su pecho sobre mi espalda, en esta posición uno entraba y otro salía en una maravillosa frotación en mi culo y mi recto.
Me iba a morir de placer, de sentir a mis dos hombres gemir roncamente, buscando el placer de la hembra que compartían y llenaban en una cópula sin fin, placentera, única, hasta que comenzaron los dos a correrse metiendo con fuerza sus vergas en mi culo, compitiendo para sentir quien me llegaba más profundo y se derramaba en más cantidad, su semen salía a presión de mi recto y no dejaban de entrar y salir de mi culo.
Grité y un hondo sollozo conmovió mi ser más profundo saliéndome del alma. Mi emparedado cuerpo cubierto de sus sudores, no resistió más y eyaculé abrazando sus vergas con mi ano, y derramando mi simiente sobre el estómago, el pecho y la cara de Gonzalo. Gemía lastimeramente sintiendo en mi ser el bombeo de la gran serpiente, que no paraba de entrar y salir de mi vientre, hasta morir cuando los sentidos abandonaron mi cuerpo}
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Reaccioné y abrí los ojos sorprendido, me envolvía una suave luz que entraba por las ventanas, por el resquicio de la unión de las cortinas que Wes no había terminado de cerrar del todo. Estaba en la habitación de Gonzalo en la residencia de los abuelos, todo había sido un sueño pero no, mi culo seguía lleno y oleadas de placer corrían por mi médula.
A mis espaldas sentía la ...