1. Cris, mi profesora de inglés


    Fecha: 17/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zitro1, Fuente: CuentoRelatos

    ... suelo y follarla.
    
    No esperé más y me quedé desnudo delante de ella.
    
    -Te he dicho que te iba a follar ¿no? así que túmbate en la cama.
    
    Obediente me tumbé sobre la colcha. Ella se acercó y se sentó en la cama junto a mí. Su mano acarició mi vientre, subió hasta mi pecho y recorriendo mi cuello llegó hasta mi boca, lamí la punta de sus dedos cuando rozaron mis labios y coloqué mi mano en su muslo.
    
    -No, estate quieto -dijo con voz autoritaria
    
    Retiré mi mano y continúo su juego su mano recorrió todo mi cuerpo, entre mis muslos, apenas rozando mis testículos provocó que mi polla volviera a estar totalmente dura. Sin decir nada se tumbó sobre mí y empezó besarme, su boca hizo el mismo recorrido que su mano un par de minutos antes. Cuando noté su aliento en mi polla y al instante el roce de su lengua coloqué mi mano sobre su cabeza y acaricié su pelo.
    
    -¿Te he dicho que podías tocarme? -me quedé mudo.
    
    -No vuelvas a hacerlo -amenazó.
    
    Estiró su cuerpo y de la mesilla sacó unas esposas, no opuse resistencia cuando me enmanilló en el cabecero, estaba deseando que me follara, que hiciera conmigo lo que quisiera de una vez. Se tumbó a mi lado.
    
    -¿Y ahora qué hago contigo?
    
    -Lo que quieras -pude responder.
    
    -¿Y si me quedo quieta y dormida sobre ti?
    
    -Entonces no serías una putilla, serías toda una mala puta, pero creo que estás demasiado caliente para hacerlo.
    
    Se sentó en mi vientre, se giró, y también me esposó los pies. Se levantó de la cama y marchó de ...
    ... la habitación. No me podía levantar, estaba completamente esposado y sólo podía mover un poco la cadera, esperé mucho tiempo... o me lo imagine, mi polla no descansó en ningún momento y se presentaba firme. Finalmente, se abrió la puerta y apareció con un traje de cuero negro muy ajustado, que la cubría hasta los hombros pero dejando los pechos fuera, un pequeño antifaz que solo le cubría los ojos y guantes negros.
    
    Se puso delante de mí y sonrió -Te lo advertí.
    
    Empezó a dar vueltas alrededor de la cama mirándome la polla, se detuvo y se dirigió a un armario, sacando una bolsa que contenía todo tipo de material sado: látigos, consoladores, esposas, pinzas, prendas de cuero... cogió una tira de cuero con un collar en una punta, que me colocó en el cuello y otro de más pequeño que me lo paso alrededor de los huevos y lo ciño apretado, yo tenía que mantenerme en esa posición, porque si me movía, tiraba de la cinta de cuero... Me colocó un cojín debajo del culo, haciendo que levantara las caderas y de paso tirara de la cinta y mi polla quedara aún más empinada. Se dirigió a la bolsa sacando una botella y empezó a verter su contenido, era aceite y me lo esparció por todo el cuerpo, después con unas cintas de cuero empezó a atarme, en los brazos, en las piernas y en la polla la presión que ejercían hacían hervir mi sangre. Empezó a masajearme los huevos con la punta de los dedos, tirando del vello rizado, mi polla alcanzaba una erección como nunca había visto. De pie sobre la ...