Mi mujer caliente y el costeño - Relatos Eróticos

Mi mujer caliente y el costeño

... creo que fue intencional, cuando se sentó, cruzó las piernas y desde donde yo estaba, se le alcanzaba a ver claramente la sombra de los calzones que eran blancos, el costeño también los veía porque su mirada estaba atenta a la entrepierna de mi esposa, luego mi señora descruzó sus piernas y ella notando que el costeño no le quitaba la mirada, creo que para provocarlo aún mas, entreabrió el compas de las piernas, y le dio un vistazo mas amplio de su panocha, aunque las tangas eran blancas, eran transparentes y se alcanzaba a ver que la tiranta de la tanga se había metido en medio de sus labios vaginales ya que el borde de la falda se había corrido y el compas de las piernas estaba mas abierto, yo se que mi esposa hacía eso para excitar a mi amigo, quien no aguantó y cuando sonó un vallenato, la sacó a bailar, no vaciló y de una metió sus brazos en su espalda y la apretó tomándose confianza porque el hecho de haberle mostrado sus bragas, presumía que mi señora quería algo con él. Al principio mi esposa trató como de rehusar esa posición de baile, pero los brazos del costeño la aprisionaban, el movimiento de caderas del costeño eran rítmicos sensuales y creo que su verga empezó a erectarse y a rastrillarle el vientre a mi señora, a quien noté empezó a gustarle el baile con mi amigo, porque ella con su cintura también le llevaba el ritmo sensual al costeño, pienso que estaba disfrutando esa verga parada, se acabó el disco y mi amigo volvió a sentarse a mi lado, mi esposa bailó ...

... con otro de mis amigos, pero desde la pista de baile que era la sala de la casa, ella centraba su mirada hacia el costeño, cuando se acabó el disco, mi señora volvió a sentarse frente a nosotros, ella me miraba y yo le sentía una vista lujuriosa respecto de mi amigo, intencionalmente volvió a sentarse con las piernas cruzadas, pero ya con la falda mas arriba, lo que dejaba ver su tanga metida entre la canal de las nalgas y sus labios vaginales, volvió a sonar otro vallenato mas suave y el costeño se paró de inmediato y sacó a bailar a mi señora, yo me acerqué un poco mas a la pista donde bailaba mi señora y el costeño, y desde ahí mi señora no me podía ver, además tampoco quería que se sintiera cohibida con mi mirada y presencia, porque yo deseaba que ella disfrutara ese baile con mi amigo y que si quería atreverse a mas, que lo hiciera, verla bailar con el costeño me daba unos celos eróticos, saber que ella estaba aferrada a otro hombre bailando y que gozaba de esa verga parada. Ya en la pista de baile o mejor en la sala de la casa, había muchas parejas bailando, pero mi señora y el costeño se apartaron un poco del centro y se acomodaron cerca a la ventana donde yo me ubicaba para verlos, lo que empecé e ver, me puso a mil y me hizo parar mi polla, fue una de las escenas mas eróticas que no me había imaginado, no se quien apagó el bombillo, y la luz que entraba a la sala pista de baile, era la luz que entraba de la calle, afortunadamente me dejaba ver bien a mi esposa y el ...