1. Anita de tus deseos (capitulo 7)


    Fecha: 21/01/2020, Categorías: Anal Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos

    ... interesada ante un cambio tan evidente en su costumbre.
    
    —¿Te ha molestado?
    
    —En absoluto: estoy a tu disposición.
    
    —Pues no sé, es la primera vez que te veo en bikini en público, y me estaba poniendo borricote. Si quieres seguir en la piscina podemos bajar otra vez.
    
    —Yo lo que quiero es que hagas conmigo lo que quieras: estando a tu lado lo demás me da igual. Pero… la verdad es que tengo muchas ganas de ir a la plaza.
    
    —Pues entonces… —dijo papá mirando el reloj—, nos duchamos y nos vamos.
    
    La plaza de Yamaa el Fna me impactó más de lo que me había imaginado. Miles de personas deambulando de un lado a otro por entre los puestos, o en los corros de charlatanes, o esquivando a los de las serpientes. Una gran humareda de fritanga se elevaba de la zona de los restaurantes al aire libre y por detrás aluciné con los puestos de dientes y dentaduras postizas.
    
    Cenamos en un restaurante y después paseamos con mucho agobio por los zocos. No te podías parar a mirar porque literalmente te asaltaban. Aun así, compramos algunas cosillas y papá me dejó muerta: cómo regatea el tío. Hubo uno que incluso se cabreó con él. No me gustó el no poder entrar en una mezquita: no me parece justo. En las iglesias y catedrales cristianas puede entrar todo el mundo, incluso los no creyentes.
    
    Antes de regresar al hotel dimos una última vuelta por los corros de charlatanes. Ya en el hotel, nos tomamos una copa de vino en el bar que tienen junto a la piscina. No me gustan los licores ...
    ... fuertes ni los combinados, por eso, fuera de casa siempre tomo vino.
    
    Mientras subíamos en el ascensor, papá me tenía abrazada y me comía el cuello. Cuándo se abrió la puerta una pareja mayor se quedó sorprendida al pillarnos en actitud poco decorosa.
    
    —Sorry, —dijo papá poniéndome la mano en el trasero y sacándome del ascensor—.Bye.
    
    Riendo nos encaminamos a la suite mientras presentíamos la mirada de la pareja en nosotros. Seguro que pensaban: «mira el viejo verde con la cría».
    
    Entramos en la habitación y rápidamente papá me fue quitando la ropa. Lo hizo en el mismo recibidor y de la mano me llevó a la terraza. Se quitó la ropa y se tumbó en una tumbona y tirando de mí me puso encima. Sujetó con las manos mi cara y me morreo apasionadamente mientras me derretía. Me enloquece esta nueva faceta de papá, hasta el momento desconocida para mí: la de amante. En Madrid es mi dueño, mi amo, mi maestro y yo soy su perra fiel. Vivo para eso: en mi no hay dudas. Si es cierto que papá ha aflojado el control psicológico que mantenía sobre mí desde el principio, pero lo ha hecho porque estoy totalmente entregada y rendida. Repito: en mí no hay dudas. Aquí es más amante, tenemos una relación más “normal”, más de pareja.
    
    En ocasiones pienso que la parte de mi cuerpo que más le gusta son mis labios. Aunque nunca ha llegado a hacerlo, creo que podría estar horas morreándome. Hay veces que solo utiliza mi boca: primero la morrea y luego me introduce la polla y se corre en ella. Yo ...