-
Cuando una puerta se cierra otra se abre
Fecha: 26/01/2020, Categorías: Incesto Autor: Nayeli, Fuente: CuentoRelatos
... lo normal no me costó mucho tenerlo todo dentro de mí. Estaba tan dilatado mi ano que en cuanto lo tuve todo dentro empecé a montarlo como una vaquerita experta. Mis manos fueron directo a su abdomen mientras que las suyas me ayudaban a subir y baja y abrirme las nalgas. Que delicia sentir toda su verga dentro de mí, extasiada estaba, no paraba de besarle su boca y su cuello. Sus caderas se movían con un ritmo estrepitante que buen sexo me estaba dando sentía que toda mi sangre estaba en mi cara, su verga estaba muy caliente yo tocaba mis pezones y hacia círculos con mis caderas. Fue tanta la estimulación que de mi pene, que no estaba erecto, me salió un chorrito de semen el cual cayó en el estómago de mi macho. Me convulsionaba de placer cuando el termino, que sorpresa con este chico, no solo tenía una rica verga, también descargaba una cantidad impresionante de semen. Sentí como me llenaba y me escurría por mis piernas. Pero esto no fue todo, él no había terminado de penetrarme, tomo la iniciativa y cambio me cambio de posición boca abajo y ahí me convirtió en una más de sus hembras me la metió por un largo rato y volvió a terminar, yo ya no pude terminar pero sentí uno dos tres orgasmos secos. Por ultimo quiso ponerme de lado y seguir metiéndomela pero ya no tuvo tanta energía, después de 5 minutos paro. Sin decir nada se puso su ropa y se fue, yo quede tirada en el piso estaba tan cansada que desperté al día siguiente el charco de semen que había dejado mi chico se había secado. Desde ese día me sentí más mujer.