1. Las converti en zorritas


    Fecha: 28/01/2020, Categorías: Incesto Autor: TuvecinoX, Fuente: CuentoRelatos

    ... que has dicho que me ibas a hacer de castigo? vecinito?
    
    Solo oír esas palabras me empalme de nuevo. Ni en mis fantasías mas ocultas podía creer que una chica con ese cuerpo podía ser tan zorra. Mientras pensaba en la suerte que tenia de tener como vecina a una puta escultural, mi vecina se quitó su pantalón y se pudo a 4 patas con el culito en pompa mirándome con carita de niña buena esperando a que le rompiera ese culito de ensueño. Yo estaba deseando encularla sin compasión pero antes de tirármela le dije:
    
    —Vecinita te voy a follar hoy y todas las veces que quiera. A partir de hoy vas a ser mi puta particular. Te follare cuando quiera y dejare que te folle quien yo quiera siempre que pague lo que yo diga. Tu no veras un solo euro solo veras mi polla en tu boca, coño o culito. ¿Lo has entendido vecinita?
    
    —Siiiii. Soy tu zorrita, tu perra particular? ¡¡¡Pero rómpeme el culo cabron!!!
    
    Dando gracias a Dios por la suerte de tener una chica de 19 años con cuerpo de modelo de lujo para mí siempre que lo deseara, me acerque a ese culo y sin ninguna contemplación se la metí hasta el fondo. Ella grito como nunca había visto gritar a nadie.
    
    —Cabron! Mariconazo! Me has partido en dos. Que cabron! Podías haber ido con más cuidado! Da igual! Follame vecino! Quiero que me rompas en culo!
    
    —Te gusta zorra? Suplícame que siga enculandote perra!
    
    —Siiiiiiiiiii. Follame así! Que bien lo haces vecino!
    
    —Que culito tienes vecinita. Que placeeeeeeeeer.
    
    —Mmmmmmmmm Sigue ...
    ... cabron!!!
    
    —Seguía enculandola sin parar cuando oí un ruido en la puerta del comedor. Me di la vuelta y cual fu mi sorpresa cuando vi a un señor de unos 50 años y una morenaza de cuerpo de infarto que llevaba una minifalda y un top como el de Lidia mirándonos con cara de sorpresa. Y no era para menos, estábamos en medio del salón. Lidia estaba a 4 patas con el culo en pompa y la cara apoyada en el suelo, le caían lágrimas de los ojos y no paraba de soltar insultos mientras yo no paraba de romperle ese culo de puta. Estábamos los dos sudando y ella estaba con su melena pelirroja empapada de sudor y su cara apoyada contra el suelo, con los ojos cerrados, gritando, gimiendo a cada embestida de mi polla en su culito de zorra. Me imagine que era su padre y su hermanita menor. La situación se podía poner complicada y la puta de mi vecina no se había dado ni cuenta de los invitados. Seguía disfrutando de mi polla en su culo. Gritando. Gimiendo. Tenía que pensar en algo El padre estaba en estado de shock, callado sin saber cómo reaccionar. Sin embargo la jovencita que le acompañaba miraba con la misma cara de viciosa con la que me había mirado Lidia en el ascensor.
    
    Sin parar de penetrar analmente a mi nueva vecinita le agarré del pelo para acercarle su carita a mí y le susurré al oído:
    
    —Lidia, tu padre está en el salón. Ahora mismo acaba de descubrir que su hijita, la que siempre consideró una muñeca de porcelana es una zorra. Pero a ti no te debe importar porque a ti lo único ...
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