Vicios ocultos - Fernando
Fecha: 31/01/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Continuación de: Vicios ocultos - Pablo
Claro que sería con sus normas, ese era el acuerdo, unas veces con cierta violencia y otros a su manera, así comenzaría, luego lograría que me llevara donde yo quisiera, tenía mis artes de guerra y sabía emplearlas muy bien cuando me lo proponía.
Saboreé su jugosa boca obligándole a que bajara la cabeza y tuve que dejarle antes de que mi verga comenzara de nuevo a inflamarse. Anduvo delante de mi por el pasillo hasta la habitación de Tin que no se encontraba allí y siguió hasta la de Javier.
No podía evitar admirar su varonil forma de andar, la anchura de su espalda estrechándose en las caderas y el culo redondo y firme elevando el faldón de la chaqueta azul del uniforme abierta por los costados.
Esta noche sería para mi, sin la competencia de las calientes chicas y los chicos mariquitas del colegio, que no dejaban nunca de mirarle comiéndole por los ojos.
-Lo siento por ti Aida, pero hoy te he ganado la mano y el chico más admirado del colegio estará en mi cama, follándome hasta cansarme-. -conseguía ruborizarme a mi mismo por los pensamientos que tenía hacia mi amigo, y pensé que ser tan cercanos me daba cierta ventaja.
Una de las chicas de servicio estaba ayudando a cenar a Javier, luchando con él para que no se distrajera y tragara, mientras Tin manejaba los mandos de la consola de juegos sentado cerca de ellos. Pablo se acercó a la cama y mi hermano dejó de masticar para sonreírle enseñando la comida que aún ...
... no terminaba de deglutir.
Conseguía que todo el mundo le quisiera y se rindiera ante él, le hizo algunos mimos ante de que Tin se le subiera a la espalda para que le bajara al comedor para la cena.
ββββββββ
Comíamos con ganas y me entretenía observándolos mientras charlaban. Tin no se cortaba ante él y le exponía curiosos razonamientos de niño.
-Nos mojamos los tres y solo Javi cogió fiebre, creo que resulta el más débil de los hermanos, ¿no crees? -Pablo le miraba comprensivo pero no habló hasta que comió lo tenía en la boca.
-Puede que tengas razón, porque al ser más pequeño no ha desarrollado aún sus defensas como vosotros. -tuve que intervenir al notar como Tin se delataba el mismo.
-¿O sea que realmente tu no estabas enfermo como decías?, ¿era una excusa para no ir al colegio? -no contaba con el ingenio de mi hermano y su aún intacta inocencia.
-Se me ha pasado el dolor, ¿no querrás que esté siempre enfermo? -renuncié y dejé que hablaran entre ellos pero seguro que el lunes volvería a sus clases, estuviera bien o mal.
Subimos al piso superior al finalizar la cena, supervisada en todo momento por Úrsula que comía en el otro extremo de la gran mesa y ordenaba el servicio.
Javier nos esperaba mirando una película de dibujos animados en la gran pantalla que colgaba de la pared, metidito entre la ropa de cama excepto el brazo que sujeta el mando. Pablo se quitó la chaqueta dejándola sobre un sillón y se tendió a su lado, del mismo modo lo hizo Tin ...