1. Me voy pal pueblo


    Fecha: 06/02/2020, Categorías: Confesiones Autor: pedrocascabel, Fuente: RelatosEróticos

    ... su orgasmo. Las convulsiones de su coño duran muchos segundos y yo eyaculo poco después.
    
    El sobrino se ha corrido sobre el cuerpo de su tía con media docena de chorros de blanca leche.
    
    Tras unos minutos descansando, tía y sobrino me dan las buenas noches y se van a dormir cogidos de la mano. Subo a mi habitación y el cansancio del día me vence rápidamente.
    
    Cuando despierto son más de las diez y llueve como si fuera el diluvio. Tengo hambre y tras una larga ducha bajo a la cocina ("la señora está en el invernadero, ha dejado dicho que le espera allí tras su desayuno").
    
    El invernadero es una gran construcción con abundancia de ventanales acristalados y con una vegetación exuberante. Parece una selva tropical, humedad y calor asfixiante incluidos.
    
    Carmen está al fondo, desnuda, sentada en un sillón de mimbre al estilo de las películas de Enmanuelle, mientras que el omnipresente sobrino está sentado también desnudo en una silla cercana de alto respaldo. Sobre una mesa unas botellas de ron Habana están algo más que empezadas y ambos dan señales de una cierta embriaguez.
    
    "Hola Luis, ¿has descansado?. Bienvenido a la selva de la familia, aquí cualquier cosa puede suceder. Tómate unas copas a ver si nos alcanzas. Mi marido llega esta tarde para recogernos y llevarnos a casa. Estamos combatiendo la depresión con ron cubano: ¡viva Fidel!".
    
    "¿Es tan malo ir a casa a reunirte con tu marido?".
    
    "Te ruego no ahondes en la herida. ¿Crees que en Valladolid Félix y yo ...
    ... nos podemos permitir nuestros juegos y alegrías?. ¡Mueran los malditos ejércitos!".
    
    Se sienta sobre mis rodillas ("sin vello parezco una niña, ¿verdad?. Es un capricho de mi marido, pero a mí también me excita; toca mi coñito suavemente") y empieza a besarme.
    
    Una vez desnudo, empujo su cabeza hacia abajo para que me la chupe. También lo hace con suavidad y lentitud, tomándose todo el tiempo del mundo y con largos y profundos lametazos. Me pone bien mientras paladeo el oscuro licor.
    
    "Tengo ganas de follarte, ven y súbete a mi polla". Lo hace y, de nuevo, apenas se mueve, parece como si sólo intentara acariciar y apretar el cipote con el interior del coño.
    
    El sobrino ya está cascándosela mientras no pierde ojo de lo que hacemos su tía y yo. A Carmen ya le han empezado las prisas y sube y baja sin parar provocándome rápidamente una corrida estupenda. Se baja de mí y se dirige hacia el jovencito: "ven Félix, como tu sabes; dame polla, mi niño".
    
    La verdad es que precisamente de niño no es ese pollón. Se pone tras su tía y le mete un rabazo que parece sacado de una película porno; unos cuantos pollazos tremendamente fuertes y rápidos y los dos se corren casi a la vez sin apenas decir nada de nada.
    
    Quién sí lo dice es una de las criadas que se acerca hasta la ventana junto a la que nos encontramos: "señora, señora, su marido acaba de llegar; dése prisa, está en el comedor y pregunta por ustedes".
    
    "Por favor, tu quédate aquí, no quiero que te vea; mejor me ahorro ...
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