El síndrome del oso panda (5)
Fecha: 07/02/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Vero_y_Dany, Fuente: xHamster
... sueño… —murmuró.—A saber qué hiciste anoche.—Compartí habitación con mi amiga Paula —dijo con voz soñolienta— ¿te acuerdas de ella? La de las tetas grandes y el marido sobón. Pero la muy tonta no quiso… —terminó bromeando.Me acordaba. No pertenece al círculo de matrimonios, pero la había visto algunas veces en compañía de Vero. Y una vez estaba también su marido que, efectivamente, parecía desnudar a Vero con la vista.«Bueno, si a eso vamos, a mí tampoco me habría desagradado metérsela a Paula entre los pechos, en plan “cubana” —pensé»—¿En serio no te follaste a Paula? —seguí su broma.Pero Vero no pudo responderme: estaba dormida. O al menos lo fingía.Mientras Vero respiraba acompasadamente entre mis brazos estuve pensando en que, si la vez anterior habíamos roto esa especie de tabú que mantiene la fidelidad en un matrimonio, en esta ocasión habíamos cruzado una especie de Rubicón. Y ahora no habría nada que nos impidiera a ninguno de los dos repetir la experiencia.«Ya sabes, tío, “no hay dos sin tres” —me dije—. Además, Vero casi me había autorizado. ¿Cuáles habían sido sus palabras? ¡Ah, sí!“Lo único que no soportaría es que cuando en el futuro tengas una nueva ocasión de ponerme los cuernos, me lo ocultes. Quiero que me lo cuentes, como has hecho hoy. Y ante todo y sobre todo, que aunque te folles a otras, me sigas queriendo únicamente a mí.”¿Y yo? ¿Seré también capaz de autorizar a Vero a que tenga sus propias aventuras sexuales?»Me quedé dormido.12Una proposición ...
... deshonesta (Dany)En aquel momento obviamente no me pareció extraño, aunque después, a la luz de lo que sucedió a continuación, pensé que el hecho de que Jorge hubiera iniciado aquella conversación no tuvo nada de casual.Y es que llevábamos ya unos minutos hablando del sexo en general, y de la infidelidad más en particular.—Todas esas teorías están muy bien —intervino Sandra, su mujer—. Pero probablemente, si personalizamos el asunto, puede que vuestra opinión no sea la misma.Dejé la taza de café sobre la mesita de centro, y la miré fijamente.—¿Dónde quieres ir a parar?—A ver si recuerdo vuestras palabras… Tú, Verónica, has dicho que, después de unos años de matrimonio, es comprensible que cualquiera de los dos miembros de una pareja, si se les presenta la ocasión, puedan mantener una relación sexual esporádica con otro u otra, y que en el siglo XXI eso no tendría por qué representar ningún drama. ¿Estoy en lo cierto?—Sí, pero…—Deja que termine —interrumpí a mi mujer, intrigado.—Gracias —dijo ella—. Y tú, Dany, has expresado la teoría de que, idealmente, si consiguiéramos olvidar todos los tabúes que nos imbuyen desde pequeños, y si el sexo no llevara aparejadas todo un montón de represiones, sentimientos de celos y posesión, etcétera, en ese mundo ideal, dijiste, si no recuerdo mal, que un hombre y una mujer que viven juntos podrían mantener relaciones sexuales ocasionales con otras personas sin ocultárselo a su pareja. ¿Fueron estas tus palabras?—Más o menos —acepté—. Lo que, como ...