Negación - Capítulo 7
Fecha: 09/02/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Gonza-Neg, Fuente: CuentoRelatos
Seguía mirándolo. Sabía que debía moverme o lo alteraría, pero simplemente no pude. Una voz en mi interior me pedía que huyera, que me salvara. Pero no llegaría muy lejos.
- ¿Y? – me apremió.
- Sí… - dije tratando de calmarlo, esperaba que no notara la inseguridad en mi voz – …voy – repetí, esta vez tratando de convencerme a mí mismo.
Abrió la puerta trasera, y floté hacía el Camaro Six, mi mente se hallaba a kilómetros de distancia. Mi cuerpo se convirtió en un cascarón vacío en cuanto avance hacia mi autodestrucción. Me quedé dudando en la puerta, mi calzado estaba hecho un desastre, eso es lo malo de los paraguas, no evitan que tus pies se mojen. No quería ensuciar la tapicería, él pareció notarlo.
- Sácatelos… - dijo con amabilidad, lo miré y descubrí algo nuevo en sus ojos: lástima. Yo le inspiraba lástima.
- Seguro – aparté la mirada, con más temor que antes. En el momento en que un psicópata es más peligroso, es cuando se comporta amable.
Tragué saliva audiblemente, me agaché y retire mis zapatillas, tuve cuidado de no tocar el suelo con los pies descalzos antes de entrar al lujoso vehículo. Cerré la puerta, y sentí el aroma. Todo estaba impregnado con su olor. Era una esencia agradable, ligera, muy parecido al pino fresco, pero más dulce.
- Pareces un perro callejero – me miraba por el retrovisor, el ceño fruncido. Miré mi atuendo rápidamente.
- No pensé que la ropa importara… – …hijo de puta, completé en mi fuero interno.
- Tienes razón, ...
... no lo hace.
- Bien.
- No te ves muy feliz… - seguía mirándome.
- Estoy eufórico, no te imaginas… - le dije sarcásticamente.
- Eres un puto bastante extraño… - continúo.
- ¿Lo soy?
- Lo eres. No pareces disfrutar tu trabajo.
- Dudo que alguien pueda disfrutar haciendo esto – lo recriminé, con la mirada le imploré que reconsiderara, que me dejara ir.
- Yo lo hago, y lo haré – soltó, obviando mi petición silenciosa – Te prometí algo Puto, y yo siempre cumplo mi palabra.
- Entonces… terminemos con esto – dije en un ataque repentino de valentía y determinación.
- ¡Ahora si empiezas a sonar como una Puta! – exclamó alegremente.
- Me alegro que te guste – desvié la mirada y me concentré en la ventana.
El motor del vehículo cobró vida, y pronto estábamos en dirección a nuestro destino. Me quedé pensando en el intercambio de palabras de hace un momento. Nunca habíamos entablado una conversación tan larga, no sin desear molernos la cara a golpes mutuamente, es decir, le habría sacado los ojos de tener la oportunidad, ese era un sentimiento que nunca me abandonaría, pero por unos segundos me pareció que hubo una tregua aquí, ¿el trataba de hacer las cosas más simples?, no era posible.
En la medida en que avanzamos por la carretera, un nuevo sentimiento afloró en mi interior, y supe en ese instante que yo haría esto. No había ninguna diferencia a las otras veces en las que tuvimos sexo, el dolor era incómodo, pero tolerable. Claudia tenía razón esta ...