1. Ya soy el puto del equipo (VI)


    Fecha: 17/02/2020, Categorías: Lesbianas Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    Tras el partido, un rapidito con Calvero.
    
    Tenía razón el míster, dependía mucho de nosotros. Antes de salir al campo, nos habló a todo el equipo y nos animó. En un aparte sin casi darnos cuenta, se reunió con nosotros para recordarnos los compromisos del día del entrenamiento. La verdad es que estábamos muy motivados. Abelardo se cogió por detrás de mi cabeza con sus brazos sobre mis hombros y yo le seguí y casi mirando el suelo, comenzamos a forzar nuestra respiración:
    
    β€” ¡Uh!, ¡uh!, ¡uh!, ¡uh!
    
    Se nos iban uniendo los demás y formamos un apretado círculo:
    
    β€” ¡Uh!, ¡uh!, ¡uh!, ¡uh!
    
    Y abriendo los brazos en alto:
    
    β€” ¡Aaaah!
    
    Esto varias veces. Entonces oigo que me dice el que estaba a mi lado:
    
    β€” Doro, si no te dejas meter ni un gol, yo también tengo polla para ti.
    
    Lo miré sonriendo, era uno al que llaman Calvero. Digo que llaman porque nunca había hablado nada que valga la pena con él. Y lo besé, me besó en la boca y sostuve mi beso para decirle luego:
    
    β€” Hecho.
    
    Del tal Calvero en ese momento solo sabía que era moreno bronceado, no pareció un bronceado de sol y playa sino, como dicen en mi pueblo, agitanado. Nariz recta, fina y pronunciada hacia el frente, ojos débilmente verdes, pómulos muy señalados y encantadores. Cuando lo miré, me gustó. De su cuerpo normal de un deportista, ancho, pectorales, grandes piernas y todo muy firme. No recordaba su polla cómo era, pues no me había detenido, pero sí en su culo, firme, un poco más claras que todo su ...
    ... cuerpo por bañarse con ropa, eran como dos medias pelotas de béisbol muy firmes.
    
    Cuando salíamos al campo me miró. Noté que tenía ganas de decirme algo. El jugaba de medio campista y tenía la carrera larga. Una vez en el campo, antes de esparcirnos se me acercó para decirme:
    
    β€” Eres el mejor, recuerda lo que te he prometido y no dejes pasar una.
    
    β€” Ok, fue mi respuesta, sin dejar de mirar a mis adversarios...
    
    En efecto, ya no consideré que era nuestro equipo contrario, sino mis enemigos que a la vez eran enemigos de mis amigos. Tengo que decir con sinceridad que en ese momento los odié. Odié al Ventura CF, como si odiara a un vecino que me quisiera mal. Desde mi puerta los fui mirando y me parecían feos, como si fueran demonios o algo parecido. Y exclamé en mi interior: «Guerra sin cuartel». Pero al parecer no me di cuenta y lo repetí en voz alta:
    
    β€” ¡Guerra sin cuartel!
    
    Los que estaban cerca de mí, exclamaron
    
    β€” ¡Guerra!
    
    Abelardo fue el héroe en los 20 primeros minutos. Estaba al tanto y no cesaba de dar ordenar para que la bola no pasara de la mitad del área y a los defensas les decía que no quería verles ni de cerca del área chica. Yo miraba de vez en cuando el punto de penal y en esos 20 primeros minutos no llegaros los enemigos ni por cojones. Pero Abelardo cumplió con su promesa y marco sus goles prometidos, 11' y 19'. Consideré que el partido estaba ganado porque vi a los jugadores contrarios totalmente desmoralizados. En un momento, casi al final del ...
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