Mi tía me sedujo
Fecha: 21/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
... menos para mí, es que sus mejillas están siempre rozadas. Cabello liso que le llega a poco más abajo que los hombros, ojos color miel y una voz de ángel. Además tiene la personalidad más tierna que una mujer podría gozar; siempre amable, muy tranquila y a cada instante tiene una sonrisa que ofrecer aún en momentos tristes.
Ella se casó muy joven porque quedó embarazada de uno de mis primos, que es 3 años más chico que yo. Su esposo se llama David y es químico. Sé que trabaja en una compañía farmacéutica y es por eso que pasa mucho tiempo fuera de casa. Ella se dedicaba al hogar, a su hijo y sus alumnos, ya que es maestra de primaria y da el 3er grado.
Todo comenzó en una noche de sábado. Había decidido quedarme a disfrutar de una buena noche de películas, ya que no habían surgido planes con los amigos ni con los primos. Cada quien salió con su novia y yo tenía poco de terminar con la mía.
Resulta que una de las mejores amigas de mi tía tiene una hija muy linda y cuando mi primo y ella se conocieron, no tardaron en hacerse pareja y al parecer están muy enamorados. Ya van para casi 2 años juntos y dado que las dos familias son bastante unidas por la amistad de las madres, nunca ha surgido un problema. Llovía en sobremanera en la Ciudad de México y dado que el esposo de mi tía se había llevado su carro, mi tía subió a mi departamento a pedirme que la llevara para recoger a mi primo de casa de su amiga, porque se había quedado sin dinero y llovía a raudales.
Acepté ...
... sin más, ya que no tenía nada más importante que hacer. Ya de camino hacia la casa de su amiga platicamos como siempre lo hicimos. Nos pusimos al día y me preguntó cosas triviales, aunque, recapitulando, se interesó mucho en el tema de mi reciente ruptura amorosa.
—¿Y cómo vas con Angélica? – me preguntó
—Uy tía, ya tiene como dos meses que terminamos – respondí
—¿Cómo? Si ya llevaban un año, ¿no?
—Si, ya era un rato, pero pues… - dejé el comentario al aire, pues no quería hablar del tema
—¿Y porque terminaron? – indagó - ¿Ya no se llevaban bien?
—Pues, a veces, pero ya era casi siempre estar en peleas y decidí dejarla… - respondí sin muchas ganas
—¿Y por qué se peleaban? Según yo siempre se llevaron de maravilla – volvió a preguntar
—Pues no sé, simplemente así fue… - traté de sentenciar el tema, además de que me incomodaba, tanto la mención como el recuerdo.
La conversación siguió como por 10 minutos más. Atorados en el trafico propio de la Ciudad de México, continuamos la plática y tan natural como siempre. Con ella siempre había tenido mucha confianza y, dado el hecho de que era relativamente joven, existía más empatía. Yo desvié la conversación a otras cosas, pero después de un silencio en el que rememoraba los buenos momentos con mi ex, me soltó una pregunta.
—¿Y la extrañas? – me dijo sin más
—Pues… La verdad si – dije distraído y aun recordando algunas cosas – Bueno, no tanto, pero si algunas cosas…
—¿Qué cosas? – indagó una vez ...