1. Nos quedamos sin consuelo (Partes I y II)


    Fecha: 21/09/2017, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    Parte I
    
    Lunes a las 11 de la mañana fue el entierro de mamá. A mis casi 19 años y una penosa enfermedad de mamá internada cuatro meses en el hospital no me había aún acostumbrado a tener que valerme por mí mismo. Hasta el día de la crisis más aguda de mamá, cuando llamamos a la ambulancia, mientras esperábamos me invitó a cambiarme de camisa diciéndome cuál y qué parte del ropero estaba.
    
    Ese lunes del entierro estaba sin consuelo, no pude hablar con nadie porque solo lloraba. La misa en el tanatorio fue breve con corta homilía, aunque muy sentida, previamente mi padre que había avisado a don Silvio, un cura amigo suyo me llamó para confesarnos y poder comulgar, él lo hizo primero y yo después, pero yo solo lloraba y no podía decir nada. El cura muy amablemente me dijo que diría una lista de pecados y yo dijera con la cabeza sí o no. Así fue, pero a todo dije que sí, porque parecía haber cometido todos los pecados del mundo; alguna vez el cura extrañado de mi respuesta repetía con pregunta como aquella de “¿Has tenido relaciones sexuales con alguna chica?”. Las dos veces incliné la cabeza, porque en esas circunstancias me pareció mejor contestar afirmativamente y que no preguntara con chicos, que eso sí lo había hecho. Solo es cuestión de una letra.
    
    Martes fue un sinvivir de nerviosismo, vino mi tía para recoger toda la ropa de mamá. Ella la quería quemar, pero había ropa muy bonita y le dije que la diera a alguien, previamente, como no pude dormir, y mi padre se fue ...
    ... a dormir a otra habitación, pasé para recoger y guardarme algunas cosas, pantys, brasier, leggins, ligas y sujetadores y dos preciosas pelucas, escogí lo que más me gustaba para mí, porque a veces me apetecí ponerme lencería femenina, además que a mi madre se le habían quedado muchas cosas sin estrenar y prácticamente éramos iguales, ella tenía poco pecho y yo tengo buenas caderas y un culo como el de ella. Me hice con todos los legisladores por estrenar que todavía sigo usando en casa y bajo la ropa. Bueno, en definitiva, gracias a mi tía pasé el martes ocupado con algo que me gusta.
    
    El miércoles vinieron dos amigos, gemelos ellos para llevarme a su casa a comer y entretenerme, así que salí temprano y regresé muy tarde, saludé a mi papá con un beso y él me abrazo y no me soltaba. Me dio un poco de pena y luego miedo, porque me había dicho tantas veces que me parecía del todo a mi madre, que pensé lo peor. Me fui a dormir porque estaba muy cansado.
    
    El jueves en la tarde tuvo lugar el funeral en la Iglesia de la parroquia para que pudieran asistir los amigos de mis padres que no se habían enterado. El cura se portó bien pero largo y tedioso su sermón, pero supongo que sus intenciones eran buenas pero yo aún no estaba para sermones. Hubo algo que me molestó mucho es cuando en el pésame muchas personas le decían a mi padre: “Tú hijo es igual que Amelita” y alguno se atrevió a decirme: “Eres igual que tú madre, pareces que ella está viva”. Acabé del funeral con diarrea, si ...
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