Los crímenes de Laura: Capítulo decimoctavo
Fecha: 28/02/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Silvade, Fuente: CuentoRelatos
... complace. La cacería es más divertida cuando la presa sabe que es perseguida.
-Y la presa soy yo.
-Oh, sí… Era preciosa, dulce y cariñosa, ¿sabe?
-Lo sé.
-Y él me la arrebató. La vi morir delante de mis propios ojos. ¿Qué le ofreció a cambio?
-¿A cambio de qué?
-A cambio de taparlo todo. ¿Por qué se prestó a colaborar en ello?
-No hay mucho que pueda alegar en mi defensa. Lo hice por dinero, por contactos, por poder y por influencias. Fui egoísta, no pensé en el pobre muchacho de ojos tristes que quedaba a merced de un monstruo.
-¿Valió la pena? ¿Volvería a hacerlo? –El juez callaba-. Sea sincero, eso no cambiará nada.
-Supongo… supongo que sí –replicó tras una larga pausa-, que volvería a hacer lo que hice. Siempre he sido una persona ambiciosa, y para ascender, hay que pisar algunas cabezas.
-Y ella sólo fue un escalón más.
-Me temo que así es.
-No esperaba tanta sinceridad por su parte. Pensé que lo negaría, que intentaría salvar el pellejo. Pero mírenos, aquí, dialogando como dos viejos amigos.
-¿Qué ganaría negando la evidencia? Además, si he de morir hoy, aquí, prefiero reconciliarme conmigo mismo, y tal vez con quién esté esperándome al otro lado.
-¿Es usted un hombre religioso? –preguntó Hugo.
-Sí, aunque supongo que no he sido demasiado buen cristiano. Pero en estos momentos estoy replanteándome mi actitud, y si he de irme, prefiero hacerlo en paz con Dios y con una oración en los labios.
-Nadie responde a las ...
... plegarias, ¿sabe?
-Sólo por si acaso.
-Parece que es usted plenamente consciente de su destino.
-Podría decirte lo mismo.
-¿No tiene miedo?
-Estoy aterrado. ¿Y tú?
-Yo dejé de temer hace mucho tiempo. –Ambos hombres volvieron a guardar silencio, hasta que finalmente Hugo habló-: Cuando murió Ignacio… Mi padr… Ignacio. Acudí al Padre Vega para que me ayudara a encubrir su muerte y la hiciera pasar por un accidente. Él accedió.
-Lo sé.
-¿También estuvo usted implicado? ¿Por qué?
-¿Por qué…? Pues en cierto sentido porque te lo debíamos. Pero también porque no podíamos permitir que tu historia saliera a la luz. Así que lo mejor era encargarnos de igualar el marcador, cerrar el empate. Creímos que allí había acabado todo. O por lo menos lo esperábamos.
-Se equivocaron. No estábamos en tablas. La muerte de Ignacio no pudo devolverme lo que me habían arrebatado.
-Nosotros tampoco podíamos hacerlo.
-Pero sí podían haberme evitado la tortura de vivir a sus órdenes, bajo su techo, sabiendo lo que había hecho, y lo que podía hacerme a mí. –Un incómodo silencio volvió a adueñarse de los dos hombres hasta que finalmente Hugo lo rompió-: el padre Vega no se suicidó.
-Lo sé.
-La prensa dijo que fue un suicidio. Que había asesinado a una joven con la que mantenía una relación pecaminosa y después se había quitado la vida en el confesionario de la basílica, dentro del confesionario, pidiendo perdón por lo que había hecho. Algunos dicen que incluso habló con ...