LA HELADERIA
Fecha: 22/09/2017,
Categorías:
Masturbación
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... estás consiguiendo, quiero tocarme… -Aún no… dime que quieres que haga entre tus piernas… -Quiero que me comas toda la concha, que me la chupes como nunca, que bebas mis jugos… Estaba en ese momento ya desconectada a la realidad, solo atenta a sus palabras, perdida entre gemidos que se hacían más y más melosos, con mi respiración entrecortada, con mi corazón cabalgando… -Abre las piernas, tu mano será mi mano, guíame a pecar, acaricia tu esfínter, será mi lengua… -Sigue… sigue… mmm… -Acaricia tus labios, tu clítoris, estás mojada? que quieres? -Si maldito, estoy hecha un volcán, quiero que me cojas, quiero sentir tu hermosa verga en mi concha, que me llenes de leche… Ya no pude resistirme más, me toqué con firmeza, llevé el celular hasta mi concha y acaricié frenéticamente mi clítoris contra la pantalla del móvil, grité, me retorcí, acabé como una perra… Sumamente agitada y embriagada en placer volví el celular a mi oído. -Ya está! contento? -Más que contento… y cuando lo haremos realmente? -Mi marido! Corté la comunicación y apagué el celular, como sucede en las películas justo en ese momento sentí la puerta de frente abrirse, me saqué el sostén y me puse de ...
... lado, dejando mi gran culo apenas cubierto apuntando a su lado, estaba tan caliente que necesitaba con locura que mi marido me llenara de verga por todos lados, pero mi Ignacio tenía otros planes, seguía frío como un témpano y se mantenía distante, giré hacia su lado, lo abracé buscando la paz, pero no pude conmoverlo, me dormí con los ojos enjuagados en lágrimas. Al día siguiente las cosas no mejoraron, fui a lavar la ropa y su camisa de la noche anterior estaba impregnada en una mezcla de tabaco y perfume de puta barata, no lo podía creer, la revisé con más cuidado y la tela blanca tenía manchas inconfundibles de maquillaje femenino, los hombres son tan básicos. Estaba todo dicho, tomé el bolso de los mandados para ir a la verdulería, en el camino llamé a mi caballero misterioso, estaba molesto, distante, lo de mi esposo le pareció una excusa tonta, de chiquilla inmadura, como convencerlo de que era verdad? Así que cansada, le propuse encontrarnos, voy a ser suya, completa, para que me haga todo lo que quiera, todo lo que quiera… Si eres mayor de edad me gustaría saber tu opinión sobre este relato Escríbeme con título ‘La heladería’ a dulces.placeres@live.com