Chantaje (VI): Un paso a lo prohibido
Fecha: 22/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: TKBDDOS, Fuente: CuentoRelatos
... cuenta que yo estaba sin ropa interior, creo que esto lo volvió loquito jajaja pues desesperado me estrujó mi culo, mis nalgas me las acariciaba con ansiedad, me gustaba mucho, luego empezó a acariciarme todo el cuerpo por adelante por atrás la cintura el pecho y presionaba sobre mi trasero su erecto pene.
Yo empecé a jadear ahogadamente, quería más caricias, tal vez ir a su encuentro pues me parecía que demoraba mucho para pasar de una acción a otra, yo al inicio tenía la firme intención de negarme a su arrebato y deseo hacer mi papel de mujer difícil pero él era muy inocente a la hora de tomar la iniciativa, eso me desesperaba , así que tímida y temblorosa bajé mi mano a la altura de su pene, despacio, dudando, hasta que llegué, le agarré su cosa, estaba durísima, le apreté creo que muy fuerte que reaccionó hacia atrás, luego mientras me acariciaba y besaba los hombros, se la empecé a estrujar sin animarme a meter la mano dentro y tocarle la verga caliente, me gustaba acariciarle sobre su ropa, le agarraba buscándole los huevos redondos y duros cuando de pronto siento que él se baja el bóxer y siento su caliente fierro en mi mano y cerca de mi muslo, y oh sorpresa agradable se la agarré con fuerza abarcando toda mi mano le acaricié su verga, la sentí gruesa venosa, cabezona lo cual me llenó más excitación, me da morbo excesivo, psicológico y este era el caso para suerte mía y él me la empujaba poquito a poquito sobre mí, de hecho yo estaba ya súper lubricada, me ...
... levantó la falda dejando al descubierto mi trasero y así desde atrás me tocó el culo con su pene.
Al sentir esa barra caliente piel con piel en medio de mis glúteos, casi se me doblan las rodillas, abrí como pude las piernas, los muslos para no caer y él aprovecho para introducir entre mis muslos su larga verga dura, comenzando a frotarme los labios vaginales desde su cabeza hasta su base yendo y viniendo como si yo se la estuviera midiendo una y otra vez toda su longitud, que no era poca. De pronto me quito mi blusita de franela y me beso la espalda por la espina y me volvía loquita, y luego se agachó un poco como para acomodarse y decidir ingresar a mi estrecha profundidad con su verga gruesa, yo intuí su intensión me abrí un poco más y empezó a tentar hizo uno, luego otro, y otro y otro intento cada vez con más presión y cada vez más centímetros que me recorrían, que me detuve suspirando y asustada por los demás de quienes me había olvidado y de la casa donde estaba, felizmente estábamos ubicados de modo que no verían nada, cerré bien las cortinas de la habitación haciéndose más oscura que al principio, luego volvimos a la carga, apoyada en la ventana me agaché un poco y él me empezó a pasar y repasar por los labios vaginales la verga y en una de esas se abrió camino con dificultad su cabezota, la sentía con nitidez. Allí rompí nuestro silencio: no por favor, noooo poco a poquito le suplique, la tienes grande, él muy caballeroso y atento o más bien no sé qué le paso que ...