49.2 Un nido para amarnos
Fecha: 11/03/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Encendí el ordenador y me dispuse a trabaja mientras él volvía. Se cargaba el sistema operativo y pensaba que yo era el motivo de su disputa, me sentía mal por ser la causa de su discusión. Llevaba trabajando un rato y llamaron a la puerta. Entró Borja y vino hasta la mesa, me iba a poner en pie y lo impidió.
-No te voy a entretener, quería entregarte estas tarjetas. –colocó dos tarjetas encima de la mesa, una la conocía porque era de mi banco HSBC, y la otra no tenía nada que ver con entidades financieras que yo conociera. Esperé su explicación.
-La de HSBC es tú tarjeta de crédito para que cargues tus compras que irán como gastos de la casa, y la otra es para tu acceso a las propiedades de la familia, la casa, las oficinas; para que te permitan el acceso a cualquier lugar. –descansa un momento mirándome, esperando de mi no sé qué.
-Vamos a cambiar de empresa de seguridad y hasta que los nuevos guardas nos conozcan te pedirán la tarjeta para identificarte, lo mismo en las oficinas de Gonzalo o si necesitas usar alguna vez los apartamentos, ya lo iras viendo todo. –no dejaba de mirarme.
-Llévalas siempre contigo, las necesitarás y quería pedirte perdón por lo de la cena, no volverá a suceder. -iba a darse la vuelta y le detuve poniéndome de pie.
-Eso me preocupa más Borja, no quiero que discutáis por mi causa. –llegue hasta él y le abracé.
-No te preocupes Daniel, es posible que hoy tuviéramos que discutir y tú has sido la disculpa, para otras veces haré ...
... mejor las cosas. –en ese momento entró Gonzalo y nos encontró abrazados.
-Lo que pensaba, quiere meter a su hijo y no hace más que joderlo todo, tiene que quitárselo de su lado. Cuando quieras puedes hablarme y darme los detalles de actuación. –Borja se soltó de mí para acercarse a Gonzalo.
-Me falta algún pormenor que tendré en unas horas, quizá para primera hora de la mañana lo tenga todo preparado. –se marchaba y antes de llegar a la puerta se vuelve.
-Creo que hemos preocupado a Daniel con nuestras voces. –Gonzalo va hasta él y le abraza, los dos ríen.
-Perdóname otra vez, tienes razón el viaje no es para tanto, así dejo tranquilo a Daniel por un día. –se marchan los dos para tomar algo antes de ir a dormir y les digo que iré cuando cierre el ordenador sin llegar a trabajar en él como quería.
Y a la noche vuelve a hacerme el amor, creo que va a volverse una constante al estar juntos y seguir deseándonos de esta forma tan fuerte, casi brutal y salvaje.
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Había estado casi toda la mañana trabajando, escuchando las explicaciones de Renan con Samy al lado, oyendo también atento las sabias palabras del sénior ingeniero, hasta que paramos para descansar un momento.
Miraba por la ventana, con la taza de té en mi mano, el denso tráfico que padecía Cheapside hoy, y elevé la mirada buscando los huecos entre las nubes que permitían ver el azul del cielo. Mis ojos tropezaron con la inmensa cúpula de la Catedral de San Pablo y escuché la voz de ...