49.2 Un nido para amarnos
Fecha: 11/03/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... Bergen, quiero pasar mis últimos momentos contigo, ¿te importa? -le miro y en lugar de contestar le abrazo y le digo con la mirada que estoy de acuerdo, que sí, que encantado de pasar esos momentos con él y que me parece un detalle extraordinario.
En el mostrador de recepción pide la llave de un departamento, y entrega al uniformado señor la misma tarjeta oscura que Borja me entregó junto con la del banco.
En los ascensores pulsa para ir al sexto piso, al bajar hay un descansillo y un pasillo a izquierda y derecha, tomamos el de la izquierda, con numeraciones impares en las puertas y nos detenemos ante la puerta 603.
-La empresa dispone de cuatro apartamentos en esta misma planta, pero yo uso siempre este, si alguna vez lo necesitas pídelo con la tarjeta que te habrá entregado Borja.
Entramos en un enorme recibidor que enfrente tiene un salón con puertas correderas y que están abiertas, pero Gonzalo va directamente hacia una situada a la izquierda, detrás de ella hay un dormitorio, mayor que mi estudio de Lille completo.
-Ponte cómodo. –mientras me hablaba se quitaba la chaqueta y los zapatos.
Realicé una inspección visual de la habitación, contaba con sus butacas, escritorio y una espléndida cama matrimonial, un lujo en el centro de Londres, pero claro estaba destinado a los grandes directores de la empresa cuando venían a la ciudad.
-¿Aquí es donde traías a tus…, amantes circunstanciales? -me divierte la prisa que se da en quitarse la ropa, y ahora ...
... deja de desabotonar su camisa para mirarme.
-No tenía que habértelo dicho. –voy hacia él y abrazo su cintura metiendo mis manos debajo de su camisa y acaricio su cintura.
-Amor mío, quiero que me lo cuentes todo, que tengamos confianza hasta hacernos daño, es lo mejor y no he venido a tu vida a cuestionar lo que hayas podido hacer o hagas. –voy quitando los botones de su camisa y liberando su pecho para podérselo besar.
-Solamente ha sido sexo, descargar mi excitación y deseos carnales, no puedo amar a nadie más que a ti. –muerdo su tetilla, que ciertamente la comería y pongo mi mano en su boca.
-¡Para ya!, ¡detente!, lo sé y me conformo con lo mejor, tu amor Gonzalo, es lo que necesito y anhelo, puedes follar con quien quieras cuando lo necesites, cuando deje de gustarte o me haga viejo y desagradable, pero tu amor que sea mío para siempre.
-Mi amor, eso siempre lo tendrás, no hay alguien a quien se lo pueda entregar como a ti, te adoro Dani. -me acercó a él y comenzó a besar mi cuello.
Los minutos que pasaron mientras besaba y lamía mi cuello me enervaban y comencé a jadear, hasta que no pude soportarlo y busque su boca para besarle, me sentía morir de placer sintiendo sus brazos rodeando mi espalda por debajo de mi chaqueta que en un instante me quité.
Levantó mi camisa para apretar mis carnes con sus tibias manos y las recorría delicadamente con suavidad que me llevaba a desear más.
Le abracé del cuello para bajar su boca hasta la mía y lamió mis ...