1. Anita de tus deseos (capitulo 11)


    Fecha: 25/03/2020, Categorías: Incesto Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos

    ... me tocara el clítoris e inmediatamente empecé a reaccionar mucho más, porque la verdad es que Paloma, que era el nombre de la negra, lo hacía muy bien y además sabía muy bien.
    
    Noté, y oí, como el tipo se corría llenándome los pies de esperma. Unos segundos después me corrí y sentí cómo Paloma se corría también llenándome la boca con los jugos de su vagina.
    
    —¡Chúpala el chocho! —ordenó el tipo e inmediatamente Paloma me separó las piernas y empezó a chuparme la vagina. Que bien lo hacía. A los poco minutos, no solo me corrí, sino que Paloma supo hacerme más largo el orgasmo. Yo intente, y creo que conseguí, hacer lo mismo con ella. Sentí cómo su cuerpo se crispaba otra vez al tiempo que gemía sin descanso y me volvía a mojar el rostro con su encharcada vagina. Me gusta mucho tener relaciones con otra mujer: para mí ha sido un descubrimiento.
    
    Cuándo Paloma se separó siguiendo las órdenes del que sin duda era su amo, pude mirar a papá y vi cómo la Carmen estaba acurrucada en su pecho mientras papá la acariciaba. Deseé cambiarme por ella, echar a patadas a esa puta y estar en su lugar, pero parecía que papá me ignoraba y prefería sobetear a esa pelandusca.
    
    Estuvo toda la noche con Carmen encima. Mientras conmigo hacían un carrusel, oía cómo esa zorra chillaba de placer cada vez que papá la arrancaba un orgasmo, que fueron varios. Incluso sus amigos lo comentaron.
    
    —Cómo se nota que te gusta mi mujer, —dijo uno de ellos.
    
    —Ya sabes que sí. Si alguna vez te ...
    ... quieres deshacer de ella, yo me la quedo: sería una buena pareja para Anita.
    
    —Por el momento no. Tener a las dos a tu disposición todo el día debe de ser la bomba, y ya estás mayor para eso, —dijo el marido de Carmen riendo.
    
    —Unos cojones, mayor, —dijo papá.
    
    —De todas maneras, te iba a costar mucho dinerito: no te pienses que te iba a salir gratis.
    
    —Pues ya sabes que yo no pago por una mujer.
    
    —Pues entonces no hay más que hablar.
    
    —Yo lo decía por hacerte un favor. Carmen es mucha mujer para ti y no sabes sacarla todo su potencial, —bromeó papá.
    
    —Será cabrón, —dijo mientras los demás reían a carcajadas—. Sabrás tu cómo es mi relación con mi mujer.
    
    —Pues no, pero me la imagino. Solo hay que ver lo tristona que la tienes: solo se alegra cuándo está conmigo.
    
    —Eso sí es cierto, —dijo otro— y además se la nota.
    
    —Iros a tomar por el culo todos, —dijo el marido de Carmen mientras los demás se desternillaban de la risa. Incluso Carmen sonrió mientras le miraba y negaba con la cabeza.
    
    Esa conversación me puso de los nervios. Aunque estaba claro que estaban bromeando, la sola idea de tener que estar con Carmen y compartir a papá me descomponía. «Antes me cargo a esa zorra» pensaba. Lo tenía muy claro.
    
    Durante esa noche, se la chupe a todos, todos me follaron y todos me dieron por el culo. Incluso las otras mujeres participaron. Entré en una especie de trance de placer continuo, salpicado por fuertes orgasmos.
    
    A eso de las seis de la madrugada estaba ...