Un amante para Gema
Fecha: 28/03/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... esfuerzo.
Fui yo quién no aguantó más y anónimamente empecé a salpicar mi camisa de esperma.
¡Clack! ¡Clack! ¡Clack! ¡Clack!
― ¡Aaaah! ¡Aaaah! ¡Aaaah! ¡Aaaah! ―Gema jadeaba de esa forma tan especial como sólo lo hace cuando está siendo sodomizada.
― En cuanto te vi supe que nos lo íbamos a divertir ―le confesó Róber a mi mujer notando que cada vez costaba menos metérsela.
¡Clack! ¡Clack! ¡Clack! ¡Clack!
― ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ―gimoteaba lánguidamente, notando como el dolor inicial se transformaba lentamente en placer. Su estrecho esfínter se había dilatado por fin, y la verga de Róber entraba y salía casi sin resistencia.
¡Clack! ¡Clack! ¡Clack! ¡Clack!
― ¡Ahora, sí! ¡Ahora, sí! ―gritaba Róber aumentando la fuerza de sus caderas.
― ¡Aaaaaaaaaah! ¡Aaaaaaaaaah! ¡Aaaaaaaaaah! ―sollozaba ella.
De repente, Róber se levantó arrastrándola con él y se sentó en el borde de la cama con ella encima. Cuando la obligó a separar las piernas vi que su polla seguía entre las nalgas de mi mujer y entonces Róber comenzó a masturbarla con ganas.
― ¡Aaaaaaaaaaagh! ¡Aaaaaaaaaaagh! ¡Aaaaaaaaaaagh!―jadeaba Gema, absolutamente entregada al placer.
Róber me miraba. Me estaba ofreciendo deliberadamente aquel show porno en vivo. Aunque el peso de mi mujer era demasiado para que pudiera levantarla, sí que logró que mi mujer mantuviera los pies en el aire, y empezó a contonear sus caderas a fin de que su miembro entrara y saliera del culo de Gema.
Profundamente ...
... sodomizada, el rostro de Gema estaba desencajado por el éxtasis. Como Róber no podía frotar enérgicamente su inflamado clítoris, empezó a hacerlo ella misma.
Gema se quedó rígida sin que la furiosa verga parase ni un momento de embestirla, y de pronto un chorro amarillo salió disparado de su coñito. La polla de Róber debía estar presionando su vejiga, y al sentir el orgasmo Gema perdió por un instante el control urinario, meándose encima. No quedaba ni rastro de dignidad en mi esposa.
― ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaah!
Afortunadamente, Róber tampoco puede más, sus golpes de cadera se intensificaron enérgicamente en el culo de mi mujer. Iba a llenarle el culazo de un momento a otro.
― ¡Oooooooooooh, Dios! ¡Ya! ¡Ya!―brama enfurecido, y veo claramente como su miembro comienza a contraerse ritmicamente bombeando su esperma dentro de Gema.
― ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ¡Toma! ―informa Róber de cada eyaculación.
Cuando Róber terminó de eyacular siguieron sentados en el borde de la cama, dejando que su respiración se normalizara y que el corazón volviera a serenarse tras aquel polvazo increíble.
Entonces Gema hizo algo que siempre recordaré. Se incorporó mirándome con desprecio, y dándose la vuelta me mostró el culo. Al separar ella misma sus nalgas vi que donde debería haber uno ano apretujado, se abría un espantoso agujero oscuro.
― ¡Ves como me dejado el culo! ¡Cornudo desgraciado! ¡Te has corrido encima de la camisa nueva!
¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! Estalló a reír ...