Historia del chip (031) El trío. Daphne 010
Fecha: 03/04/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
Al despertar, oyó a Renoir gritar y vio que estaba en el agua, al parecer tratando de incorporar a Jennifer. Por un momento, se quedó pálida y estupefacta, pues Renoir no paraba de aullar hacia ella. Se acercó a ayudar, observando que Jennifer se hallaba en la misma roca plana donde Daphne había estado tomando el sol, besándola y acariciándola.
— ¿Qué ha pasado?
— No lo sé, resbaló —explicó Renoir, visiblemente agitado.
Daphne contempló la pierna de Jennifer con pesar. Estaba como dislocada o algo peor.
— Parece grave. Ve a por el barco.
— El problema es que no sé si sabré volver — dijo Renoir compungido.
—¿Por qué no?
—Tengo un localizador en la muñeca y me llevará hasta la embarcación, pero para volver aquí…
—No lo entiendo.
Renoir se lo explicó.
—El localizador es de un solo uso. Dejará de funcionar cuando me acerque al barco. Es otra precaución.
Daphne pensó rápido. Si abandonarla en el islote era un farol, ¿por qué tantas precauciones? Al mismo tiempo, había dejado de fiarse de él completamente. Prefería intentar sobrevivir sin su ayuda.
—Nada todo lo rápido que puedas. Pon el cronómetro a partir de ahora. En el barco, calcula a qué distancia podemos estar, suponiendo cuanto puedes recorrer nadando. Aunque tengas que dar varias pasadas, nos encontrarás. Y llama a salvamento, antes que nada.
Renoir lo pensó.
—Tienes toda la razón. Pero estamos muy lejos del barco, tardaré bastantes horas en volver.
—Razón de más para que te ...
... largues.
*—*—*
Daphne estaba acurrucada junto a Jennifer que tiritaba, estaba consciente.
—Ya han pasado seis horas, Daphne. No podemos pensar que vaya a volver.
—No ha sido tanto tiempo, Jennifer. Guarda fuerzas.
—Tengo un sentido mejorado del tiempo, Daphne. Han sido seis horas desde que me desperté. No creo que vaya a volver. No habrá podido alcanzar al barco.
—No digas tonterías, Jennifer. No era tan difícil. Nos estará buscando.
—Lo dudo. Estaba modificándose. El esfuerzo prolongado mientras se está en una transformación no es recomendable.
—No lo sabía —admitió Daphne, sabiendo secretamente que tenía razón. Había pasado demasiado tiempo.
—No creo que nos queden demasiadas opciones ¿verdad?
—Siempre hay opciones. Se me ocurren unas cuantas.
Jennifer se desmayó de nuevo al poco rato y su pierna empeoraba. Daphne prefirió pensar que Renoir realmente había fallecido sin haber conseguido llegar al barco, más que asumir la segunda opción: que las había abandonado. Aunque no suponía ninguna diferencia. De alguna manera, estaba tranquila. Después de un rato meditando, -era bastante buena practicante-, deshizo la postura y asumió la situación. Sólo tenía que hacer tres cosas, todas a la vez: conseguir mandar una señal que los satélites pudieran ver, enlentecer la infección de Jennifer y conseguir agua para las dos. Se decidió primero por la señal. Si no conseguía llamar la atención, daba igual vivir unos días más.
Pensó en qué haría su hermano, ...