Desafío de galaxias (capitulo 12)
Fecha: 03/04/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... Además, contamos con su… autoinmolación, recuerde que varias naves se estrellaron contra el regalo para intentar destruirlo. Una parte de los cohetes llevan también marcado como objetivo el portal, no lo podemos cerrar, pero podremos desestabilizarlo. Eso los acojonara, y por otro lado, en Telesy 2, el proyecto Ares estará listo para la fecha prevista.
—¿Sigues decidida a ponerlo en marcha? —preguntó Fiakro.
—Si, lo estoy señor presidente. Siempre y cuando usted esté de acuerdo.
—No se Marisol, reconozco que tengo dudas, —dijo el presidente con ánimo pensativo—. ¿No estaremos agitando un avispero?
—Presidente, las avispas ya vienen por el portal. Esto les dará un buen susto y les obligara a mantener fuerzas en su galaxia.
—Todo eso lo entiendo, pero no deja de darme miedo.
—Desde la reapertura del portal, necesitamos ganar seis meses. Seis meses en los que hay que impedir que los bulban salgan del Sector 26. Para entonces tendremos operativas las nuevas naves de la Flota.
—¡Los dioses te oigan!
—Si lo hicieran no permitirían todo esto.
—No empecemos, general, no empecemos, que bastante tengo con los políticos, cómo para que el clero me zurre también.
Regresaban absolutamente alborotadas, en especial Marión. Había sido su primer centro comercial e incluso se la notaba un pelín excitada. Cargadas de paquetes y bolsas, hablaban entre ellas sin parar en un guirigay en el que solo las mujeres somos capaces de entendernos. Se dirigían a la zona de ...
... dormitorios en el cuartel general del ejército, instalado en un gran edificio anexo al palacio presidencial de Mandoria, cuando se encontraron con un joven oficial ursaliano del estado mayor.
—Se os ve muy alegres, —afirmó con una sonrisa cordial y distendida ante la ausencia de uniformes.
—Hemos estado de compras… en un centro comercial… muy grande y con mucha gente, —contestó una excitadísima Marión.
—Ya veo que habéis comprado muchas cosas, —dijo el teniente con aire divertido.
—Hemos comprado no, ha comprado, —le corrigió Marisol mientras Anahis asentía—. Casi todos los paquetes son suyos.
—Si, si, son cosas muy chulas, —a Marión se la veía aun más excitada—. Son guays.
—¿Ha dicho chulas y guays, o he oído mal? —preguntó Anahis.
—Si hija, has oído bien, —confirmó Marisol—. Creo que hemos descubierto a una pija encubierta.
—Si quieres te las enseño —se medio insinúo Marión ante la sorpresa de sus dos amigas que se quedaron con la boca abierta—. Vente a mi habitación… ¿quieres?
—Yo siempre estoy dispuesto a ver cosas bonitas, —respondió el teniente sin perder la sonrisa.
—Nosotras os dejamos, que tenemos cosas que hacer, —dijo Marisol entregando al teniente las bolsas que llevaba—. ¿verdad?
—¡Uy! Si, muchísimas cosas, —confirmó Anahis entregándole también sus paquetes—. Y si no, ya se nos ocurrirá algo.
—¿Qué cosas tenéis que hacer? —preguntó con ingenuidad Marión.
—Tenemos que… pintarnos… las uñas. Todas las uñas.
—Si, si… todas… y son ...