SECUESTRADA (2)
Fecha: 04/04/2020,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: noespabilo, Fuente: SexoSinTabues
... o… Vaya usted a saber. Con un gesto hizo que uno de los cuidadores me colocara un paño en los ojos. Manos esposadas a la espalda y de nuevo en marcha. Me llevaron a la habitación que había ocupado hasta entonces, me ofrecieron un vaso con un refresco que agradecí… Cuando desperté, con un fuerte dolor de cabeza, estaba en otro lugar. No sé dónde. Me levanté realizando un gran esfuerzo, porque me sentía muy débil. Busqué una posible salida y no la encontré. No se escuchaba ningún ruido, nada. El silencio era total. El ruido del cerrojo me alertó. Una mujer joven encapuchada entró y me indicó que la siguiera. Me condujo a una sala de baño donde pude asearme. Me facilitó una especie de saltito de cama transparente y descalza me llevó hasta un salón donde esperaba la mujer mayor de la orgia acompañada de cuatro personas más. Aunque estaban encapuchadas pude discernir que eran dos hombres y dos mujeres. — Ana. A partir de ahora me llamaras ama. Obedecerás sin rechistar las órdenes que se te den y se te castigará si no lo haces. Ahora desnúdate, súbete al sofá y muéstranos tus agujeros. Me desprendí del salto de cama subí al sofá, apoyé el pecho en el respaldo, separé las piernas y con mis manos separé los glúteos para abrir lo más posible los orificios. — Vaya, los tiene estrechitos, a pesar del tratamiento del Gordo — Dijo uno de los asistentes. — Déjame ver… Si, es aprovechable — Alguien introduce uno, dos, tres dedos en mi ano — Es muy elástico… — Déjame a mí — Interviene una ...
... mujer que chequea el interior de mi coño, sus dedos se acercan peligrosamente a mi punto sensible, no puedo evitar un estremecimiento y se me escapan fluidos que son detectados por la invasora. — Observa. Le gusta… ¡Está a punto de correrse! — Exclama la mujer. — ¡Qué perra! Déjame que la folle — Oigo la voz de un hombre. Sigo en la misma postura hasta que me obligan a colocarme de rodillas sobre el asiento, a una altura que facilite la penetración. Siento como algo se desliza arriba y abajo por mi vulva. Se introduce de golpe. Estoy lubricada y lo acepto sin problemas. Una mujer se planta delante y tras vendarme los ojos se coloca de forma que mi boca alcanza el orificio anal. Lo lengüeteo. Sabe a caca, me repugna pero lo supero y sigo adelante. Se mueve y mi lengua alcanza su clítoris. Tiembla, se humedece. Mi lengua martillea su botoncito hasta provocar el esperado orgasmo. Concentrarme en el coño ha retrasado o impedido mi orgasmo. De pronto otra polla me penetra, esta vez por el ano. Violentamente. No estoy preparada, sin lubricante… — ¡Ahhh! Me duele. Sin prestar atención a mi lamento sigue bombeando. Con mi mano lubrico el orificio con los fluidos de la vagina. Sigue sin descanso hasta correrse en mi intestino. — Ese grito merece un castigo. ¿Cómo lo hacemos? — No os preocupéis. Esta noche debuta en el club. Jajajaj De la mano me llevan de nuevo a la habitación. Tendida en la cama trato de dormir algo. No puedo evitar que las lágrimas corran por mis mejillas. Recuerdo a ...