1. UNA LINDA HISTORIA 3


    Fecha: 06/04/2020, Categorías: Incesto Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues

    ... Masa – un sollozo corta la frase. Maby la abraza y la consuela. Esa chica delgada y de piel pálida conoce muy bien a mi hermana. – Era tan gordo y torpón que me daba vergüenza acercarme a él. No le protegí nunca, ¡ni una sola vez! Me sorprende la intensidad con la que Pam se sincera. Es como un grifo abierto, ya no puede parar. ― ¡Todos nos hemos portado así con él! Mi padre y Saúl, sobre todo… mamá es la única que le arropa cuando puede. No ha encontrado consuelo ni en su familia… ¡y me siento muy mal por eso! ― Por eso le mimas tanto ahora, ¿no? ― Siii… -- Pam hunde su rostro en el cuello de su amiga, con grandes sollozos. La deja desahogarse hasta que Pam se aparta, secando sus ojos con la sábana. – Sergi ha tenido una infancia difícil y no hemos sabido comprenderle. Era y es tan raro, que fue más fácil acceder a sus peticiones, por más raras que fuesen, que tratar de cambiarle. ― ¿Por qué duerme arriba, en el desván, aislado? ― Tenía once años cuando lo planteó. Quería el desván para él. Solo había trastos viejos en él y se mudó allí. A todos nos pareció bien, cada uno con sus motivos. Por mi parte, conseguía un vestidor con su antigua habitación. Nadie sube al desván desde entonces. Sergio hace su cama, limpia su habitación, repara las goteras, y mantiene todo perfecto. A cambio, mamá le lava la ropa y todos le damos la intimidad que desea. ― No es intimidad, es soledad. Es muy diferente – comenta Maby, con una percepción que no creía que tenía. Pam asiente con fuerza. ...
    ... Ella también lo sabe, ahora. ― Tu hermano no tiene ni un amigo, ¿cierto? ― No, jamás tuvo alguno. Celebra sus cumpleaños con nosotros. ― ¿Y eso no os pareció raro? ― Siempre ha sido así – se encoje de hombros mi hermana. – Ya te he dicho que nos era más fácil aceptarlo como era. Sin duda, quitaba preocupaciones a mis padres. ― ¡Dios! Lo que me extraña es que no se haya convertido en un psicópata. Pamela, tu hermano está marginado, totalmente. sin amigos, sin familia que le comprenda, sin nadie con el que poder desahogarse. Completamente solo en su atalaya. Pam enrojece y cierra los ojos. ― Me dí cuenta cuando le pregunté que si no se había peleado con nadie, dado la fuerza que tenía. Me respondió que no, naturalmente, sabía lo que pasaría si se peleaba con alguien. Le haría daño de verdad, no solo una nariz rota. Tu hermano controla sus sentimientos cada día, desde que se levanta; se controla absolutamente para no dañar a nadie. ― Entonces, ¿lo de la estación? – recapacita Pam, al mismo tiempo que sorbe por la nariz. ― Le pregunté lo mismo. Con tristeza, me dijo que a él no le importaba que le dijeran cosas, que estaba acostumbrado, pero que no podía permitir que nos insultaran. Perdió los estribos por nosotras. Si no lo llegas a frenar, no sé lo que habría ocurrido… ― Santa Madre… María Isabel, te juro que no he pensado nunca en todo eso, jamás hasta ese extremo… Has tenido que venir tú, una desconocida para él, para abrirme los ojos… te lo agradezco mucho, mucho – le habla ...
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