UNA LINDA HISTORIA 3
Fecha: 06/04/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: memito, Fuente: SexoSinTabues
... Maby me desea buenas noches y me lanza un beso. ¿Qué coño pasará por su cabecita? Me lavo los dientes y me tumbo en mi cama, desnudo y a oscuras, como siempre. Como si estuviera esperando la ocasión, la voz de Rasputín susurra en mi cabeza. Es una voz melosa, convincente, llena de matices extraños, cargada de evocaciones. No me extraña que enganchara a la gente cuando estaba vivo. Es la hora de escucharle, de aprender de su experiencia, de hacerle preguntas. Te has ganado a Maby con la res muerta. ― No fue algo planeado. Simplemente actué. Lo sé, pero fuiste capaz de sentirlo, ¿verdad? ― Si. Parece que mi percepción ha aumentado. ¿Es cosa tuya? Yo era así y mi espíritu recuerda esas cosas, así que tu cuerpo aprende lentamente de mí. Pronto conseguirás verdaderos poderes. ― ¿Cómo cuales? Ya los irás descubriendo. Es más divertido así, por sorpresa. Por ahora, no hace falta que me hables en voz alta. Puedo escucharte pensar. No sería bueno que te escucharan hablar solo. Su risa es suave, como la de un cómplice en las sombras. “¿Por qué me escogiste?” Me he negado a marcharme de este Plano desde que me asesinaron. Amo demasiado la vida para quedarme muerto. Mi espíritu se ha mantenido atado a diversas hebras de la vida, buscando una oportunidad de encarnarme… “¿No ha habido otra ocasión en todos estos años?” Si, las ha habido, pero sabía que no podía ser una posesión. No pretendía usurpar un cuerpo; el anfitrión debe compartir su cuerpo conmigo, voluntariamente. “Pues yo no me ...
... presenté voluntario para esto. ” Créeme, lo hiciste, solo que aún no eres consciente de ello. Pero te lo pregunto de nuevo ahora, ¿quieres que me vaya? “No”, respondo tras meditarlo. Está bien. Durante estos cien años vagando al margen de la humanidad, busqué alguien que me recordara a mi mismo; que tuviera mis principios, que se pareciera a mí. Nadie me satisfacía. Quizás era demasiado exigente, o bien, la naturaleza no haya vuelto a moldear alguien como yo. Hasta que te encontré, estuve solo. “¿Sabes que tengo tus ojos?”. Si. ¿Casualidad o destino? No lo sé, pero me alegro. Te vendrán bien en el futuro, por su cualidad hipnótica. Sonreí. Así que podría hipnotizar. Bien, bien. Ahora, la pregunta del millón: “¿Esta polla es la tuya?” Le escuché reír de nuevo. Por supuesto. ¿Crees que me conformaría con otra cosa después de haber tenido un miembro así? Me costó bastante convencer y desarrollar tus células hasta conseguirlo, pero, ya ves, todos contentos… “¿Desde cuando llevas conmigo?” Te encontré cuando cumpliste cinco años. Tu mente se alejaba de esta realidad y era impresionante para tu corta edad. Era grandiosa, llena de rincones, y con mucho espacio para mí. Te mantuve aquí, conmigo, cuando los médicos pensaron que no lo conseguirías. “¿Qué médicos?” Tendrás que preguntárselo a tu madre para más detalles. Hay cosas que no entiendo de esta época, ni tenía, en aquellos días, un contacto tan estrecho con el entorno del cuerpo. Solo sé que dijeron que habías nacido con una ...