Ya soy el puto del equipo (XIV)
Fecha: 25/09/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... fiesta nacional. Y llevaba la lista de los que podíamos invitar porque no salían a ninguna parte que eran los siguientes: Leoncio, Canales, Martín, Santi, Frasquito, Luis Ortega y José Jiménez. Como espacio habría para 8 le dije a Mauricio que no invitaríamos para esta vez a Luis Ortega y José Jiménez, sino que, cuando viniera Alicia haríamos algunos días en que vosotros dos podríais venir y ellos también, porque siendo heteros, se pueden sentir incómodos si se nos ocurre alguna cosa inadecuada para ellos. Entonces Mauricio dijo:
— Yo también soy hetero…
— No, Mauricio, —dijo Abelardo— es más que evidente que eres bisex y además muy guapo y nosotros dos te queremos y nos gustas.
— Debes tener razón, Abelardo, —reflexionaba Mauricio— porque cuando os veo como ayer, se me va el corazón hacia vosotros y se lleva mis pies.
Iríamos los tres a comer a un restaurante que había a 200 metros de donde está mi casa; ese restaurante se encuentra en la misma playa, así que nos llevaríamos una pequeña mochila con documentos, dinero y los tres speedos. Después del baño, al salir de la playa nudista, nos pondríamos el bañador para ir a la terraza del restaurante a comer. Por la noche a cenar en el pueblo cercano que está a medio kilómetro en la otra dirección y hay paseo marítimo.
Así que pasamos poniendo orden hasta las 12, fuimos al mar, luego a comer, después a limpiar y otra vez al mar hasta anochecer. Cena en el pueblo y a la cama grande los tres. Estábamos cansados, ...
... pero las ganas pueden más que el cansancio y como ambos teníamos ganas de Mauricio, nos pusimos a comer su polla. Luego, mientras Mauricio gemía de la mamada que le estaba dando Abelardo, yo me puse a comerme el culo de Abelardo, lamiendo su entorno y el perineo sin cesar y metí dos dedos de golpe sin que se quejara, al poco rato ya tenía tres dentro y lo así de los hombros, lo tumbé de espaldas a la cama, Mauricio lo tomó de los pies, se lo ajustó a la altura de su pubis y ensartó su polla en del ano de Abelardo suavemente y muy despacio, pero sin tregua, toda de una vez. Cuando comenzó a follarlo, le di a comer mi polla que la estuvo mamando con fruición hasta que me corrí en su boca. Al ver Mauricio que yo me había corrido y que Abelardo soltaba hilos de semen por las comisuras de sus labios, se corrió en el interior y soltó todo el fruto de ese orgasmo en el recto de Abelardo que no tardó en correrse y, como yo estaba agachado de cara a la follada de Abelardo, me soltó al menos tres chorros de leche en mi cara. Los tres quedamos sucios, sudados e imposibles de aguantar de pringados. Nos metimos a la ducha, nos lavamos y daba gusto ver cómo salía el semen de Mauricio del culo de Abelardo. Nos fuimos a la cama y nos dormimos a pesar del calor que hacía.
Despertamos temprano. Desayunamos de las cosas que nos había puesto mi taita y acabamos de dejar la casa como un espejo. De nuevo salíamos a la playa para tomar el sol a las 12 y a las dos de la tarde fuimos al restaurante, ...