Ya soy el puto del equipo (XIV)
Fecha: 25/09/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... pero regresando a la playa, porque la casa estaba limpia. Al atardecer, dejamos en el lavadero los speedos y salimos para el pueblo con nuestro short y sleeveless shirt, esperamos el autobús para ir a la ciudad y por el camino le dije Mauricio que me debía una follada de las suyas y me dijo que esa misma noche en mi casa, porque no tenía prisa de ir a la suya. Le dije que quedaba invitado.
Al llegar a casa ya eran las 9 de la noche. Mi taita esperaba para que cenáramos. Nos vio contentos, le contamos todo el trabajo hecho, pero sin las intimidades y se puso feliz. Cuando mi taita le preguntó a Mauricio si sabían en su casa que estaba en la nuestra, contestó:
— Para no avisar dos veces que me iría, les dije que me iba para toda la semana, así que si no molesto…
Los tres reaccionamos igual, levantando las manos como diciendo que de ninguna manera, entonces mi taita dijo:
— ¡Aquí no molestan los chicos guapos!
Hablamos un rato con mi taita y nos fuimos a la televisión para hablar de la invitación a los chicos. Abelardo insinuó que era buena hora para llamarlos y le di el móvil a Mauricio para que los llamara y les preguntara si querían ir a la playa por cuatro o cinco días. Solo uno dijo que sí, los demás contestaron que mejor cinco que cuatro. Determinamos que nos dieran respuesta positiva de su casa para decirles el horario de salida. Los que se encontraban en casa, Leoncio, Martín y Frasquito contestaron a los pocos minutos y les dijo que saldríamos pasado ...
... mañana a las 9 de la mañana, que no necesitaban traer nada, solo la ropa para venir y un bañador; que había toalla y crema protectora para todos. Lo mismo se les dijo a Canales y a Santi cuando respondieron más tarde positivamente.
No teníamos ganas ya de estar en la televisión, nos mirábamos con picardía invitándonos los tres a los tres para irnos a la cama. Solo faltaba que uno se animara a levantarse y tuve que hacerlo. No me dieron tiempo de buscar el mando, se levantaron en seguida. Apagamos la televisión y cogidos de los hombros, los tres juntos nos metimos en la habitación, nos desnudamos y nos dirigimos sin más a la ducha a limpiar nuestro recto con una ducha anal y exterminar las suciedades, luego una cremita para proteger las paredes del recto.
Metidos en la cama, la pasión de Abelardo y mía era acometer la polla de Mauricio, pero Mauricio quería mi polla, así que no hubo más remedio que hacer un 69 mío con Mauricio para que me comiera mi polla, por supuesto algo más grande que la suya en grueso y largo y a Mauricio le entraba ganas de tenerla en su boca. Yo estaba trabajando la polla de Mauricio porque su culo era tarea de Abelardo. Ya cansados de mamar y lamer fuimos al grano, Mauricio me la metió suave y lentamente como tenía costumbre por habérsela metido a otras chavalas en su vagina a falta de permiso de Alicia que, según declaraba, quería llegar al altar virgen. Pude sentarme sobre el pubis de Mauricio y Abelardo se puso debajo de mí con la ayuda de ...