1. Desafío de galaxias (capitulo 80)


    Fecha: 26/09/2017, Categorías: Infidelidad Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    Marión estaba más que cabreada. Con la finalización de la batalla de Taragüm, era inminente el inicio del asalto final a la capital, y ella había tenido que ir urgentemente a Beta Pictoris por orden del presidente. Quería estar al lado de Marisol, en lugar de perdiendo el tiempo allí. Cuándo llegó a la nave presidencial y entró en su despacho, no pudo ocultar su estado de ánimo, pero se borró de golpe porque, junto a él, y al padre de Anahis, había alguien que no esperaba.
    
    —Hijita, si sigues con ese careto de mala leche, te voy a tener que dar dos tortas, —dijo la reverenda madre a modo de saludo, pero con su perenne sonrisa.
    
    —Reverenda madre… que sorpresa, —respondió Marión cogiéndola las manos y besándolas—. Señor presidente, señor canciller.
    
    —El presidente te ha llamado porque se lo he pedido yo, —aclaró la abadesa— pero parece que no te ha gustado.
    
    —Le ruego que me disculpe reverenda madre, pero no sabía que estaba usted aquí. Es que…
    
    —No te hubiéramos llamado si no fuera importante, —dijo la reverenda madre cogiéndola la cara con las manos— para ti, para la República y para la galaxia.
    
    —No la entiendo reverenda madre: yo no soy tan importante.
    
    —Ya estás cómo siempre. ¿Por qué te empeñas en quitarte importancia? —la regañó mientras con un gesto la invitaba a sentarse.
    
    —Mira Marión, tenemos que asegurar el futuro de República, —intervino el presidente— y ese futuro no pasa por nosotros.
    
    —Hace falta gente joven que tire para adelante, —añadió ...
    ... el canciller de Mandoria— y se enfrente a unos retos que no han existido desde el fin del imperio.
    
    —No termino de entender que me están diciendo: ¿quieren qué, de alguna manera, yo intervenga en ese futuro del que hablan?
    
    —Queremos que seas la próxima presidenta de la República.
    
    —¿¡Qué!? —saltó Marión poniéndose de pie— ¿pero están locos? Yo…
    
    —Siéntate ahora mismo, —la interrumpió la reverenda madre— y no te subas por las paredes.
    
    —Dicen que quieren alguien joven, pues yo no lo soy.
    
    —¿Por qué nunca has querido indagar en tus orígenes…?
    
    —Porque no me interesa, —cortó Marión con un pequeño rastro de rencor—, no quiero saber nada de las personas que me abandonaron envuelta en una manta en la puerta del monasterio.
    
    —Pues nosotros si lo hemos hecho… —empezó a decir el presidente.
    
    —¿Con qué derecho han hecho algo así?
    
    —¡Marión! Tranquilízate, —ordenó la reverenda madre— yo empecé esa investigación en los archivos de Akhysar. Por eso sé que no eres enteramente humana…
    
    —¿Cómo que no soy…?
    
    —No, no lo eres: tu padre era humano, seguramente de la antigua zona norteamericana, pero tu madre era de Numbar…
    
    —¿De Numbar?
    
    —Y no una numbarita cualquiera, era de la etnia Erádion.
    
    —Pero los Erádion…
    
    —Sí, se han dado casos de que algunos han llegado, y sobrepasado los doscientos años, —afirmó el presidente Fiakro— por lo tanto no tienes excusa por la edad.
    
    —Bueno… da igual… yo no soy la persona idónea.
    
    —¿Por qué no? Eres inteligente, honesta, ...
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