Desafío de galaxias (capitulo 80)
Fecha: 26/09/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... diplomática, honrada, culta, y sabes dialogar y llegar a acuerdos.
—Y conoces a la perfección como funciona el ejército y el parlamento federal, —añadió el canciller.
—Y lo más importante: conectas con el pueblo, entiendes sus problemas, sufres con ellos. Yo solo conozco a otra persona capaz de eso y ya sabes a quien me refiero.
—Pero ella es un líder que yo no soy, ni lo seré nunca.
—¿Cómo qué no? —preguntó la reverenda madre— ¿por qué te empeñas en renegar de tus cualidades?, ¿por qué te escondes en la sombra de Marisol?
—¡Yo no me escondo!
—Ya lo creo que lo haces.
Durante cerca de una hora estuvieron discutiendo hasta que finalmente, poco a poco, fue entrando por el aro. Entonces empezaron a hablar del futuro y de la visión que tenían de lo que había de venir.
—Ahora quiero saber una cosa, —dijo finalmente Marión—: ¿hasta que punto esta implicada Marisol en esta confabulación?
—Marisol esta totalmente implicada, —dijo el canciller—: seria absurdo pensar que hemos hecho algo así a sus espaldas.
—A ver si ahora la vas a dar una colleja: la idea fue nuestra y se lo propusimos nosotros.
—Y seguro que no puso ninguna pega, como si la viera.
—Mira hijita, apúntate bien lo que te voy a decir, — dijo la reverenda madre poniéndose seria—: Marisol es un ser excepcional, irrepetible, y eso, no lo dudan ni sus enemigos, pero ella sola no lo hubiera conseguido. Tú y emocionalmente Anahis, sois el complemento imprescindible para que haya conseguido ...
... lo que ha conseguido: derrotar en once años, a un enemigo terrible, brutal y despiadado, sin nada, partiendo de cero. Ya esta bien de quitarte importancia, porque eres tú quien lo hace, sabes muy bien que Marisol no, al contrario.
Marión regresó rápidamente a Faralia, y nada más aterrizar se dirigió al Fénix. Marisol la vio entrar en el Centro de mando, e intentó desaparecer por una puerta lateral.
—¡No huyas traidora! —dijo cuándo la alcanzó—. Entra a tu despacho ahora mismo, —entraron en el despacho seguidos por Anahis, Sarita e Hirell, dispuestos a ayudar a capear el temporal.
—Mira cariño, ante todo, tranquilízate, —intento calmarla.
—¡Una mierda que me tranquilice!, me has estado manejando como a una gilipollas.
—Cariño, eso no es cierto.
—Si lo es, ¡y no me llames cariño!
—A ver mi amor, tranquilízate, —intervino Hirell cogiéndola de la mano— vamos a sentarnos y a hablar con un poco de sosiego.
—¿Tu también lo sabias? —Marión le miraba con ojos incrédulos.
—No, no, no, él lo descubrió y yo le obligue a guardar silencio hasta que la reverenda madre hablara contigo. Él no está metido en esto.
—Pero estoy totalmente de acuerdo con ellos: eres la persona idónea y serás, no me cabe la menor duda, la mejor presidenta de la República, de la historia de la galaxia.
—No digas chorradas, la persona idónea es Marisol…
—Sabes que no es cierto, —dijo Marisol—, además, la actividad militar no va a cesar con el fin de la guerra. Sabes tan bien como ...