1. Alicia 07/25


    Fecha: 20/04/2020, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... engullendo la punta recibió varios disparos en la garganta. No podía creer de lo que era capaz mi ángel, tal vez había escuchados varios cuentos de esa situación. Luego que ella se enjuagase la boca me lavé bien todo y la senté en el inodoro, no podía dejarla sin devolverle el favor, al tratar de bajarle la bombachita se volvió a parar y pensé que habría finalizado la sesión, pero ahora dándome la espalda y tomándose del lavabo se agachó levemente como indicando que era la posición que experimentaríamos. No me hice rogar ni un poquito y levanté la parte trasera del vestidito, allí abajo estaba la consabida prenda blanca, estaba esa colita que se me antojaba más apetitosa cada día. Estando inclinada no se caía la faldita, quedaba esa bombachita que quería arrancar con los dientes pero la bajé suavemente sin sacarla del todo. Estaban aquellos globitos que moría por amasar, aquel pronunciado surco que ocultaba el paraíso marroncito, y más abajo ese tajito al que debía dedicar mi lengua. No me alcanzaba la ...
    ... boca para besar toda esa zona, repasarla una y otra vez como si fuese un delicioso helado, era realmente delicioso, emanaba algo que parecía un fluido y con un saborcito especial, claro que tragaba cualquier cosa que hubiese allí, el comerme toda su cosita era casi literal, incrementaba la velocidad donde parecía causarle más temblores, hasta que se dejó llevar por un paroxismo encantador, verla acabar en mi boca era algo precioso. Luego de ese corto pero fogoso encuentro nos pareció mejor separarnos para no despertar pensamientos raros. Es fácil pronunciar la palabra "separar", pero no lo es el intento de soltar su manita, no es nada fácil dejar de zambullirse en esa boquita de miel, no es una misión humanamente realizable el quitar las manos de su cuerpito. Mi angelito no era algo de lo que pudiese desprenderme, pero sacando mi trofeo del bolsillo le mostré la prenda que me acompañaba en los momentos de soledad, le hice entender en silencio que un pedacito de ella siempre estaba conmigo. (continuará) 
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