1. Fantasía de Navidad


    Fecha: 22/04/2020, Categorías: Primera Vez Autor: Soficas56, Fuente: CuentoRelatos

    ... noche anterior. Ni siquiera estaba segura de que aquel hubiera sido mi maquillaje para la cena de nochebuena.
    
    Tanto tiempo pasé meditando al respecto de mi rostro y mi cabello, que no me había percatado ni siquiera de mi atuendo. Ropa que jamás había comprado. Que nunca me habían regalado. Vestimenta nueva, inapropiada para una noche en familia y mejor diseñada para una noche en pareja. Sin embargo, debo admitir que se veía divino en mi. Muy Navideño y seguramente, del agrado de Santa si pudiera verlo. Se trataba de un vestido corto de terciopelo rojo, ajustado a mi cuerpo. Llegaba tan solo a cubrir una pequeña parte de mis muslos y note que era posible ver el inicio de mis pompas por detrás. La parte inferior tenía un peluche de color blanco. Un cinturón negro con una hebilla dorada cuadrada apretaba mi curioso traje acentuando las curvas de mi cadera. Por arriba y como no podía faltar de haberlo elegido yo en un aparador, un lindo escote que permitía ver una parte de la redondez de mis gemelas. Dicha entrada daba vuelta por mis hombros en forma de tirantes y bajaban por la espalda hasta la mitad, dejando mi piel a la vista. Lo interesante de mi vestido, y en particular de mi escote, es que estaba tan ajustado que, aunado a la falta evidente de brasier, cubría mis pechos marcando su forma esférica completamente. También tenía guantes rojos y largos puestos en mis manos y llegaban hasta la mitad del brazo, pasando el codo y casi llegando a mis hombros; siempre había ...
    ... querido tener guantes así. El último detalle fué patrocinado por dos tacones altos, rojos y de charol.
    
    Que pícara sonrisa me di a mi misma. Vaya que me quedaba bien dicho atuendo, seguro lo usaría para impresionar a algún novio en Navidad y seguro que estaría más que agradecido. Pero... ¿Por qué? ¿Cómo habría llegado a mi? y sobre todo, ¿quién me lo había puesto? pues quedaba claro que para ello era preciso desvestirme casi completamente en el proceso. Mis preguntas no iban a resolverse hasta salir de mi habitación a indagar por las respuestas. Así que, un poco ruborizada y algo emocionada, me dispuse a salir... ahí estaba yo, abriendo esa puerta.
    
    La casa estaba muerta. No se escuchaba ningún ruido, ni de las habitaciones ni del piso de abajo donde estarían mis papas y mi familia festejando juntos. Para asegurarme, caminé por los pasillos con la esperanza de encontrar a alguien. Pero nada. Mi búsqueda fue en vano. La habitación de mis papas estaba vacía, ordenada y reluciente. Las cortinas abiertas dejando entrar la luz entre ellas. Los baños estaban solos, limpios, como si nadie los hubiera usado en mucho tiempo. Era increíble que la casa luciera lista para venderse. Cualquiera quedaría impresionado de ella, menos yo, que comenzaba a preocuparme. Si bien la situación no era tan rara; podía ser que mis padres hubiesen salido a hacer compras o a visitar a los vecinos y que mi otra familia aun no hubiese llegado.
    
    Finalmente, me decidí a bajar la escalera lentamente para ...
«1234...13»