1. 52.2 En la casa de Evans


    Fecha: 24/04/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... braguetas del pantalón para llegar a nuestros penes. Su polla estaba terriblemente dura y yo muy excitado.
    
    -Me ha calentado vuestro baile, ese chico parece que te estaba follando en la pista, no voy a pode aguantar hasta llegar al hotel. –me apretaba la verga sin llegar a bajar mi bóxer, me encantaba y comencé a acariciar lo que él escondía y que deseaba tocar con ganas locas.
    
    No esperaba que llegáramos a más en un lugar público y a la vista de todos los que se encontraban cerca, aunque me fijé y estaban haciendo lo mismo y llegando a más.
    
    Se recostó en el respaldo y me llevó con él besando mi boca, sus manos no permanecían ociosas y se bajó su bóxer sacando al aire su polla, me sujeto cogiendo mi barbilla con su mano libre, la otra la ocupaba masturbándose él mismo.
    
    -Mámala Daniel. -empujó mi cabeza hacia su entrepierna, deseaba hacerlo, lo quería y no pude resistirme, baje la cabeza hasta encontrar su polla para olerla. Me volvió loco su olor y sin más la metí en mi boca y estuve unos minutos chupando y mamando su delicioso miembro.
    
    -Siéntate en ella, quiero tenerla en tu culo. –aquello se nos iba de las manos y no me atrevía a tanto, me excitaba tremendamente el estar haciéndole una mamada a la vista de la gente que ya nos miraba por lo obvio de nuestra postura, pero que me follara allí mismo, aún me inspiraba vergüenza.
    
    -¿Estás loco? -se lo decía entre risas sacando su verga de la boca.
    
    -No pienso dejar que me folles delante de la toda la sala. ...
    ... –pero me divertía su atrevimiento, que no le importara nada de lo que los demás pudieran pensar, la adrenalina me inundaba al pensar en que estábamos haciendo lo prohibido.
    
    Cogía su verga con mis labios y pensaba que la tenía como nunca de gorda, su calentura le impelía a obligarme a que me la tragara entera y mientras gruñía empujaba mi cabeza hacia abajo llenándome de su verga.
    
    Elevé la mirada y vi a la pareja que teníamos al lado observándonos, el morbo hacia que mi pene estuviera a mil y además me sonrían los dos animándome a seguir. Gonzalo me la sacó de golpe y llevó su boca a mi oreja.
    
    -Tenemos que conseguir una habitación o te follo aquí mismo. –estaba que no aguantaba más y tampoco quería que se corriera sin pena y sin gloria, y una cosa es mamársela y otra muy distinta que me rompa el culo en una discoteca por muy morboso que fuera.
    
    -Ven, tengo algo mejor y más íntimo. –nos arreglamos la ropa para marchar ante la mirada frustrada de nuestros espectadores espontáneos, sujeté su mano y le dirigí hacia los ascensores que nos llevarían al piso de Evans.
    
    No tuvimos problema alguno y se nos abrieron las puertas. A Gonzalo no le importaba donde estábamos y cuando llegamos a la sala, comenzó a desnudarme temblándole de excitación las manos.
    
    Cuando estuvimos desnudos me dio un gran beso que me dejó sin aliento antes de que me arrodillara para seguir la faena de mamarle el rico pene.
    
    -Que bien la mamas, me encantas. –no terminaba de alabar mis virtudes de ...
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