1. Una cena para la eternidad


    Fecha: 25/04/2020, Categorías: Sexo en Grupo Autor: cliksexy, Fuente: RelatosEróticos

    ... de mi mujer perfecta. Lola se levantó, se desabrochó el pantalón y comenzó a deslizarlo poco a poco por sus preciosas piernas y se lo sacó muy sensualmente, ofreciéndonos una magnífica visión de su coño encerrado en tan preciosa y precisa prenda a través de sus muslos cerrados. Se desabrochó su camisa dandole a su marido un espectáculo de semi-striptease y la dejo caer al suelo. El sujetador era igualmente rosa pálido. También cayo al suelo. Se colocó entre las piernas de Lalo y le sacó su pantalón y su boxer, quedándose solo con la camisa que él mismo ya había abierto. Pude entonces ver los pechos de Lola, que lo estaba deseando. No eran tan grandes como los de mi mujer, pero eran redonditos y firmes, con sus pezones apuntando “hacia arriba”. Mi mujer ya me había desabrochado el pantalón y me estaba haciendo una suave paja que yo lubricaba de vez en cuando con sus propios jugos que extraía con mis dedos de su coño. La cogí y la senté a horcajadas encima mía, besándola con lujuria y subiéndole el vestido hasta la cintura y agarrándole el culo, separándole las nalgas, así que ahora eran Lalo y Lola los que podrían apreciar sus abultados labios que apenas se podían mantener dentro del tanga. Como no podía comerle los pechos, le saqué el vestido y la deje en botas, medias, liguero, tanga y sujetador. Le saqué esas enormes y preciosas tetas que tiene mi mujer del sujetador para meter mi boca y mi lengua en la inmensidad. Ella se quitó el sujetador para estar más cómoda. Todos ...
    ... eramos conscientes de la situación que estábamos viviendo, que nos excitaba que nos vieran … y ver … y lo mejor era que estabamos disfrutando como posesos. El grado de excitación y éxtasis que tenían nuestras mujeres era impresionante. Nosotros también, pero supongo que ellas fantasean menos que nosotros en estas situaciones o las ven como algo más pudoroso y el hecho de vivirla de pleno estaba siendo el detonante del mejor sexo posible.
    
    - “Si cariño, si, chúpame las tetas, muérdeme los pezones … ummmmm, que gustazo, joder” – gemía mi mujer mientras me acariciaba la polla entre sus calientes muslos.
    
    - “Umm, que polla tienes Lalo, me encanta tragármela hasta la garganta” – decía Lola mientras lo miraba a los ojos y se tocaba su coño chorreante sin quitarse el tanga.
    
    Yo liberado ya de toda la ropa, senté a mi mujer encima de mi polla. Comenzó una suave cabalgada primero, sintiéndo bien la penetración, recreándose en cada centimetro de carne que la penetraba. Yo notaba el torrente de manjar exquisito que bañaba mi polla. Pasó a un ritmo más alto, las tetas ya botaban libremente desafiando a la gravedad. De vez en cuando paraba y frotaba su clítoris contra mi pelvis. Luego, en lugar de a horcajadas se puso de cuclillas en el sofa, por lo que la penetración le llegó al fondo de la vagina. Además, así tenía todo su coño abierto para mi, para ir pasándole los dedos por su clítoris a la vez que chupaba sus tetas. El torrente de flujo era increible por lo que sabía que su ...
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