NO LE DIGAS A MAMI: MARINA
Fecha: 01/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: rxxa4, Fuente: SexoSinTabues
En una tarde fría de invierno, el vecindario se encontraba muy tranquilo. Todos se encontraban en sus casas pasando un buen rato en familia. El hogar de la familia García era, una casa de dos plantas de un estilo moderno y de color salmón claro, era muy cómodo para ellos que eran una familia pequeña, conformada por la señora Irma de 30 años, de 1. 65 de estatura, piel blanca, esbelta, con un trasero muy bien formado y senos talla 34c, de cabello lacio color castaño hasta los hombros, muy responsable, cariñosa con su familia y una buena ama de casa; el señor Gerardo de 35 años, vendedor de seguros de vida, de 1. 68 de estatura, piel blanca, algo rollizo sin llegar a ser gordo, cabello lacio negro peinado de raya hacia su costado izquierdo, siempre porta anteojos, un hombre muy responsable y amoroso con su familia; y por último, pero no menos importante, tenemos a la pequeña Marina de 10 años, de 1. 47 de estatura, piel blanca, cabello castaño y lacio a los hombros como su mamá, con un cuerpo apenas en desarrollo, excelente estudiante, becada, del quinto año de primaria en la escuela del vecindario. Los tres se encontraban disfrutando del calor que les ofrecía su hogar, haciendo cada quien algo distinto, pero reunidos en familia. Mientras Irma se encontraba en la cocina viendo el interior de su refrigerador, pensando en que prepararía para el almuerzo, Gerardo se encontraba leyendo sentado en un cobertor en el suelo, para ser más claros en la mesita de centro de la sala, un ...
... ejemplar de la revista Car and Driver, admirando automóviles que solo en sueños podría tener a la vez que disfrutaba de una deliciosa taza de chocolate caliente, y Marina se encontraba frente a su padre, sentada del lado opuesto a él, bebiendo lo mismo mientras observaba a su padre leer. De pronto, Irma se para al lado de ellos, usando un suéter color gris y sosteniendo una bolsa de mezclilla resistente. - Voy al supermercado. Necesito comprar algunas cosas para la cena. - dijo ella. - ¿Necesitas dinero? - pregunto su marido. - No. Todavía cuento con algo de lo que me diste en esta quincena. - Por si las dudas ten quinientos pesos más. - el hombre le dijo sacando un billete de dicha denominación y extendiendo su brazo hacia a ella para que lo tomara. - Ok. Aunque no hace falta. ¿Mari quieres acompañarme o te quedas en casa con papi? - preguntó a la pequeña. - Me quedo mami. Hace mucho frío y aquí en casa esta calentito. - dijo la niña. - Muy bien entonces me voy. - dijo Irma. La joven mujer antes de irse dio un beso en la frente a la niña y uno en los labios a su esposo, una muestra del amor que les tenía. Salió de su casa, decidida a caminar hacia su destino para no usar la camioneta, pues el supermercado se encontraba a diez minutos caminando. Marina observó a su padre leer por un par de minutos más, cuando éste cierra la revista y la coloca en la mesita. El hombre miró a su hija directamente a los ojos, con su rostro algo serio, mientras ella le devolvía la mirada. De pronto, ...