NO LE DIGAS A MAMI: MARINA
Fecha: 01/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: rxxa4, Fuente: SexoSinTabues
... miembro semi erecto de su padre. La nena agarró con su manita la verga de su padre y comenzó a masturbarlo lentamente, descubriendo la cabeza rojiza con calma. - ¡Oooh Mari! Así mi niña, así. - gemía su padre. - ¿Lo estoy haciendo bien papi? - preguntó la niña con carita inocente. - Sí bebé. ¡Oooh! Lo haces de maravilla. - contestó a su retoño. - ¿Y qué tal si hago esto? En ese momento, Marina comenzó a atacar a lengüetadas el prepucio de su papi, haciéndolo tocar el paraíso. - ¡AAAH SI! - gritó de placer el hombre. Marina dio unas cuantas lengüetadas más y de pronto, cubrió con sus labios la cabeza rojiza y movió su lengua en círculos para después comenzar a meterse la barra larga de carne en su boquita. En la sección de carnes frías del supermercado, Irma probaba una pequeña porción gratis de salchicha. - Esta es la salchicha favorita de mi niña. Me llevaré un kilo. - dijo la mujer sin saber que su hijita estaba saboreando en ese momento la que en realidad era su salchicha favorita. Marina había logrado meter en su dulce boca la mitad de la verga de su papá, mamando y degustando esos diez centímetros de carne que apenas logró meter, dejando secos otros diez centímetros de esa daga. Sus ojitos permanecían cerrados, mientras disfrutaba del sabor de esa gran verga. - Así mi niña. ¡Aaah Mari! - gemía Gerardo mientras sostenía la cabeza de la pequeña, marcando el ritmo que debía llevar. El hombre se encontraba absorto. No sabía donde estaba, quién era, ni la fecha de ese ...
... momento. Su excitación estaba al máximo, pues el placer de sentir la húmeda y cálida boquita de su hija era indescriptible. De pronto, sintió como sus huevos se inflamaban, y su verga se endurecía cada vez más, hasta que por instinto sostuvo la cabecita de la niña por la parte posterior mientras llegaba a su orgasmo, disparando chorros y chorros dentro de la boquita de su nena, quien hizo un gran esfuerzo por beberse la leche calentita de su papi. - ¡AAAAAAAGHH! - gimió Gerardo vaciando su semen. - Papi, salió mucha. - dijo la niña derramando solo un poco de semen que atrapo con su mano. - Y todavía me queda más bebé. Pero no me gusta que se desperdicie, así que comete lo que se derramó en tu mano. - dijo el hombre con voz tranquila. - Si papi. - La niña llevo su manita hasta su boca y lamiendo tres veces ingirió los restos de semen de su papi, sin provocarle asco, sino todo lo contrario. Entonces, Gerardo se recostó en el suelo y le dijo a su niña que era hora de hacer un sesenta y nueve. La pequeña tomó la orden con naturalidad, pues ya sabía en qué consistía esta famosa posición del kamasutra. Estando en esa posición, Gerardo llevó su dedo corazón a su boca y lo llenó de saliva, para inmediatamente después meterlo en la vaginita de la pequeña, mientras ella chupaba la verga de su papi. - ¡Aaaah! ¡Papi! – gemía la niña sacándose un momento el trozo de carne. El hombre siguió con su labor, metiendo y sacando el dedo de la rayita de su hija, proporcionándole un inmenso placer, ...