NO LE DIGAS A MAMI: MARINA
Fecha: 01/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: rxxa4, Fuente: SexoSinTabues
... pequeña llegó a su segundo orgasmo tres minutos después del primero. Después de esto, el padre de familia hizo que cambiaran de posición colocándola sobre la mesita de centro en posición de perrito, ahora embistiendo a mayor velocidad. La mesita crujía por el brusco movimiento, pero él seguía con lo suyo, disminuyendo de vez en cuando para hacer pequeños círculos, gozando de la cuevita infantil. Irma iba camino a casa cuando una de sus amigas chismosas la intercepta para contarle lo último que acontecía por el lugar, distrayéndola un poco. Nuevamente habían cambiado de posición, la niña estaba abierta de piernas mientras su padre le sujetaba estas en lo que él metía y sacaba su dura verga a gran velocidad. - ¡Oooh sí! ¡Ooooh, ooooh! – gemía Gerardo. - ¡Aaaaaah! ¡Aay! – gozaba la pequeña pero también se quejaba debido a la intensidad de la cogida. - ¡Uuuufffff! ¡Maaariiii! ¡Ooooh! ¡Tu coñito es delicioso! – la alagaba para excitarla aún más. - ¡Dame papiii! ¡Dame más duro! ¡Aaaaaaah! – gritaba y gritaba Marina. El calor de sus cuerpos estaba al máximo, la lujuria se había apoderado por completo de ellos. En cualquier momento el desenlace de aquel incestuoso y morboso encuentro llegaría. El movimiento de cadera de ambos aumentaba, haciendo de la cogida casi una danza desenfrenada pero rítmica. La verga recorría todo el interior de la vagina, haciendo que segregara más y más jugos, formándose espuma alrededor de la entrada de ésta. El aroma a sexo perfumaba el lugar, volviendo a ...
... ambos completamente locos, rebajándolos a animales deseosos de sexo. No les importaba nada, si llegaba Irma no les importaría, su única meta era llegar al punto máximo de excitación. - ¡AAAAAAAAAHHH! – grito Marina llegando a su tercer orgasmo, convulsionándose de tanto placer. - ¡GAAAAAAAAAGH! – bufó el hombre mientras se vaciaba dentro de aquella caliente vagina de su niña. Pero, a pesar de haber llegado a su segundo y tercer orgasmo respectivamente, el hombre y la pequeña no pararon, moviendo todavía sus caderas. Gerardo seguía moviendo su cadera, metiendo y sacando su gran verga mientras su niña aguantaba las embestidas. - ¡Paaapiii! ¡Sigue! ¡Siiiiiigueeeee! – demandaba la nena. La cogida se prolongo diez minutos más, hasta que nuevamente su orgasmo llegó, dejándolos totalmente exhaustos. - Aaah… Papi… gracias… - dijo la pequeña jadeando, toda exhausta. - Gracias… aaaah… ti… mi niña. – contestó el hombre con el mismo cansancio que su pequeña. Gerardo sacó la verga de la vagina de su hija y estaba a punto de darle un beso, cuando escucharon que la puerta metálica color blanco de la barda se abría, haciendo que rápidamente se acomodaran la ropa y sentándose en su respectivo lugar para seguir bebiendo su taza de chocolate, el cual no se derramó milagrosamente aún con los bruscos movimientos de ellos. La puerta de la casa se abrió y entró Irma caminando hacia la cocina. - Ya llegué. – dijo mientras recorría el pasillo. Gerardo y Marina miraron espantados hacia el suelo, a un ...