La historia de Ángel, solo era un muchacho (15)
Fecha: 01/05/2020,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... que aumentaban hasta que gritaba.
-¡Waaw! Tienes un rico culito puto, me excita comértelo y sentirlo jugoso en la boca. -disfrutaba de aquel hombre, de lo que me hacía y de lo que me hablaba, me estaban llevando a un punto sin retorno de excitación y deseo.
-¡Ayyyy! mi culito, que rico me lo come señor Andrés.
-Me gusta comer culitos apretados como el tuyo para luego romperlos con la polla. -se puso a reír y dejé de sentir su rica lengua y la boca absorbiendo mis jugos anales.
-Te voy a romper el culo putito, vas a sentir mi verga llegándote hasta la boca. -disfrutaba de su furia desbocada horadándome el ano y succionándome el culo.
-Prepárate puto, te voy a dar la verga que necesitas zorra. -no sabía si me calentaba más su boca y la lengua adorándome el culo, o la manera que me trataba tan bruta y grosera.
-Sí, dámela, la quiero entera en mi culo, rómpeme con tu polla, la quiero, la necesito. -quedé inclinado en la cama elevando el culo y con la cabeza y el pecho hundido en la cama, me aparté las nalgas dejándole que viera mi culo esperando verga, la suya que miraba y la veía muy grande y deseable escurriendo esencias.
-Si zorrita, ahí te va.
Andrés me sujetó con una mano la cadera y enchufó el glande en el hoyito de mi culo, y comenzó a dar golpes secos haciendo que tomara consciencia de la carne dura y caliente que en un momento me partiría el culo.
El culo se me abría a su paso y la punta de la verga me penetró haciendo que gimiera y cerrara el ...
... ano alrededor de la polla.
-No cierres el culo zorra, deja a tu macho que te tome como hembra. -me pegó una nalgada no muy fuerte y me forcé a favorecer la penetración para que mi culo se abriera y su verga se apoderara de mi recto.
Empujó con fuerza y me introdujo la mitad, sentía como mi ano se abría, resistiendo hasta ser vencido, por la fuerza de aquel macho dispuesto a entrar aunque mi ano se resistiera.
Y entre gemido y gemido la polla avanzó hasta ocupar el hueco entero haciéndose mi dueño, yo gemía entre el placer y el dolor, y él rugía satisfecho al ver como su hombría dominaba la última resistencia de mi cuerpo. Mi culo perdió la dulce batalla y se rindió a lo que el brutal, pero delicioso macho, quisiera.
Una vez que me la encajó entera, y sentía los pelos aplastados en mi culo, y las duras pelotas golpeando en mis huevos, se detuvo un momento elevándome el pecho de la cama. Su verga latía caliente y pulsaba enfebrecida.
Notaba mi culo caliente y el recto lleno abrazándole la verga para que sintiera el calor que desprendía el interior de mi cuerpo.
Me sentía muy a gusto al ser dominado de esa forma, con mi hombre afincado en mi cintura y haciendo presión para que la verga no saliera.
Empezó a follarme lentamente, metía la verga y la sacaba casi entera volviendo a enterrarla con la misma lentitud, se detuvo un instante y se apoyó en mi espalda.
-Eduardo, ¿te importa grabarme como lo cojo?, quiero guardar este momento inolvidable. -entonces me ...