1. Pamela, la putona transexual


    Fecha: 04/05/2020, Categorías: Confesiones Autor: zorro_en_celo, Fuente: CuentoRelatos

    ... puse a cuatro patas, mientras Pam seguía acariciando su rabo hasta que casi se le puso dura. Se colocó detrás de mí y me tocó con una teta una de mis nalgas que besó. Prosiguió acariciando mi espalda con la mano izquierda y con la derecha sobaba su rabo hasta que se le puso duro. Tomó un gel que tenía en la mesilla de noche para adaptar y aclimatar su rabo a mi culo y no hacerme daño al encularme
    
    —lo tienes muy apretado cariño, muy apretado. Eso me gusta —expresó Pam.
    
    Me untó más gel en el ojete y ella se encasquetó un condón y se untó gel para abrirme el ojete. Siguió jugando con su verga rozando mis nalgas y con la izquierda me acariciaba la espalda y la derecha se acariciaba su rabo. Me daba golpecitos en el ojete con su ya enhiesto rabo para ir adecuándolo a mi ojete. Ya tenía dentro de mi ojete y ambos empezamos a gemir y jadear de placer. Cuando ya la tuvo bien dentro e introducida en mi culo, comenzó a dar pequeños y cortos empellones para comenzar la jodienda anal
    
    —¿te gusta, cariño? —jadeó Pam.
    
    Yo estaba muerto de lujuria y sentía como el rabo de Pam me horadaba el ojete y se alojaba en mi lentamente. Fue dándome lentos empellones, hasta que fueron aumentando en calidad y cantidad. Pam se así a mi espalda con sus bien cuidadas manos y me profería unas guarradas muy obscenas que me encendían y excitaban sexualmente.
    
    —¡que rico estás, cabrón!, ¡qué bueno estás!, ¡me estas matando de gusto! —bramó Pam.
    
    Los dos gemíamos y berreábamos de lujuria y ...
    ... frenesí.
    
    —¡cabrón!, ¡tío bueno! —gritó Pam—¡joder contigo es un gozo! —añadió Pam.
    
    Me daba largos y buenos empellones y yo seguía aullando, rugiendo de placer mientras Pam me soltaba más depravadas obscenidades y barrenaba más mi ojete. Frenó un momento, levantó una de sus piernas, puso su mano izquierda en su nalga izquierda para ayudarse a darme pollazos en mi ojete. Luego volvió a la posición inicial para encularme despacio y retomar un rápido enculamiento.
    
    —¡Qué bueno estás, cabrón! —chilló Pam.
    
    Pam me estaba enculando de menos a más y yo aullaba, bufaba y me desgañitaba del placer que esta zorra transexual me estaba dando con su rabo.
    
    —¡Toma rabo, maricón!, ¡toma polla! —mugió Pam.
    
    Yo continuaba aullando, bufando, berreando y sollozando de placer, pues me tenía bien agarrado la muy zorra Pam. De vez en cuando me azotaba presa del vicio y la lujuria de su cuerpo de zorra transexual en un lado de la nalga y yo me movía más y más como si fuera un desbocado caballo de carreras.
    
    —¡Toma rabo, muévete más cabrón! —rugió Pam
    
    Pam estaba colérica y muy caliente y proseguía perforando, barrenando y atravesando mi ojete con su cipote bien duro, mientras yo parecía una máquina de gemir, jadear, sollozar, bufar y berrear continuamente. Pam, frenó el enculamiento que me estaba dando y sacó su verga para que nos tumbáramos brevemente.
    
    —Cariño, que bueno estás. Me ha encantado follarte así, Me has puesto como una cerda, amor —declaró Pam.
    
    Empezamos a darnos ...
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