1. Cosas nuevas −Vol. 2− Un GangBang para Emma


    Fecha: 09/05/2020, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... mandíbula me dolía muchísimo. Mis nalgas estaban rojas de tanto golpe y mis pezones no soportaban el contacto con el agua. Carlos, me miraba con una sonrisa macabra. Yo por supuesto no podía pronunciar palabra alguna. Cuando salimos, en silencio. Nos fuimos hasta la casa. En silencio. Y cenamos en silencio. Luego yo me fui a dormir, aunque la verdad no pude. Sentí como Carlos se acercaba a mí. Y su verga se posaba sobre mí mejilla. A pesar de todo lo que me había hecho pasar. Sentí el impulso de tener su verga en mi boca. Y comencé a darle unas mamadas. Mi mandíbula seguí adormecida. Pero Carlos, entraba y salía casi tan bestialmente como los indigentes. Hasta que terminó en mi boca. Yo con la lengua procure dejar bien limpia su verga y tragarme absolutamente todo. Cuando quiso seguir, para cogerme. Lo detuve y con la cabeza le indiqué que no. Creo que comprendió que estaba muy lastimada y solo se acostó junto a mí se quedó dormido abrazándome.
    
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    No tenía palabras para Emma, en el fondo tenía un remordimiento atroz. Pero, verla como una puta asaltada por un montón de indigentes apestosos fue un ...
    ... sueño. No pronunciamos palabra alguna en las siguientes horas. Después de prepararle la cena. Emma fue a dormir, las imágenes lo sucedido en ese cuarto de hotel me giraban en la cabeza. Y a pesar de que yo también me vine en su cara un par de veces en el hotel. Seguía con una excitación enorme. Fui a la habitación y solo pude poner mi verga sobre su cara. Esa cara que hace unas horas había sido transfigurada por chorros de semen. Pensé en masturbarme y acabar, una vez más. Sobre su hermoso rostro. Pero Emma despertó y busco mi brega con su boca. Parecía que era la primera vez que me la mamaba, su saliva escurría por la comisura de sus labios y me excitaba más y más. Yo estaba fornicando su boca, no podía parar. Para cuando acabe mi leche ya estaba en su garganta. Emma seguía mamando y limpiando todo rastro de semen de mi verga. Pude haber seguido por horas. Pero cuando intente más. Emma me indicó con la mirada y su cabeza. Que, por hoy, había sido suficiente. Me recosté junto a ella y me quedé dormido.
    
    Al día siguiente, desperté y encontré una nota que decía. ”Perdón por lo de mi asistente, espero que ya estemos a mano“.
    
    @MmamaceandoO 
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