1. Alex, 18 años, casi Alexia de tan lindo (8)


    Fecha: 11/05/2020, Categorías: Incesto Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    La cazadora, apostada en la camioneta muy cerca del edificio indicado por Alex, vio salir a Diego a las 18,50 y se dispuso a cumplir con su misión. Adelantó el vehículo unos veinte metros y aprestó la cámara fotográfica. El jovencito vestía una remera y un short, calzaba zapatillas y llevaba una mochila cargada en la espalda.
    
    —Qué lindo es… Precioso de cara, buenas piernas y ahora habrá que ver el culito… —se dijo y le tomó las dos primeras fotos de frente cuando el chico estaba por alcanzar la línea de la camioneta. Lo dejó avanzar unos pasos y volvió a accionar la cámara para registrarlo de espaldas, en dos imágenes sucesivas.
    
    —Mmmmhhhhh, ¡cómo abultan esas nalgas debajo del short!... ¡Qué buen culo! –dictaminó mientras ponía en marcha el vehículo para regresar a la mansión.
    
    —Segura estoy de que los Amos van a dar el visto bueno… —arriesgó con el deseo de volver con otras cazadoras y concretar la captura de la nueva presa.
    
    Efectivamente así sucedió. Cuando los Amos vieron las fotos que les entregó Ligia no dudaron en aprobar la captura del jovencito.
    
    —Según usted nos dijo el nene vuelve a ir al gimnasio el miércoles, ¿cierto, señora? –quiso asegurarse el escribano.
    
    La matrona confirmó el dato y dispuso ordenar a tres de las cazadoras que realizaran la captura del chico ese día, mientras los Amos informaban al señor Z sobre la situación, para que se abocara a recabar los datos de la familia y estar atento a cajonear cualquier denuncia sobre desaparición ...
    ... de persona que fuera presentada.
    
    Inmediatamente después de la charla con los Amos Ligia se hacía presente al atardecer en el cuarto de Alex.
    
    —Bueno, ya está todo dispuesto. Los viejos aprobaron a tu compañerito, así que pasado mañana, el miércoles, las cazadoras lo agarran, me lo traen y te llevo conmigo.
    
    Un curioso interrogante le surgió al chico y preguntó:
    
    —¿Puedo preguntarle algo, señora Ligia?
    
    —Pegunta nomás.
    
    —¿Me va a… a llevar con la túnica y las ojotas o… o tengo que dejarla para Diego?...
    
    La mujerona rio ante la pregunta y luego dijo:
    
    —Te gusta andar con la túnica, ¿eh, putito?
    
    —Sí… Sí, señora… La verdad que sí…
    
    —Bueno, no te preocupes, porque te voy a llevar así como estás, con la túnica, las ojotas y tu collar. A tu compañerito le voy a dar otra túnica, otro par de ojotas y otro collar. Tengo un stock… —terminó bromeando Ligia.
    
    —Gracias, señora… —dijo Alex con ese murmullo que empleaba siempre con la mujerona.
    
    Llegó el miércoles y a las siete de la tarde Diego yacía inconsciente en la caja cerrada de la camioneta, narcotizado según el procedimiento habitual de los raptos. Junto a él, cazadora 2 y cazadora 1 se disponían a desvestirlo luego de haberle avisado a Ligia que la cacería había concluido con éxito y cazadora 3 guiaba raudamente al vehículo hacia la mansión.
    
    Al llegar debieron bajar al chico de la camioneta entre cazadora 1 y cazadora 2, puesto que, como siempre, el efecto de la anestesia duraba alrededor de dos horas. ...
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