Alex, 18 años, casi Alexia de tan lindo (8)
Fecha: 11/05/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... derecha para comprobar que el estrecho sendero estuviera totalmente limpio.
—Muy bien. –dijo satisfecha. –Bien limpito y listo para ser usado. –y le volvió a colocar el collar con la cadena. Inmediatamente le ordenó ponerse la túnica y calzar las ojotas, le aplicó perfume en ambos costados del cuello y en el orificio anal. Le roció las axilas con desodorante y se lo llevó al living justo en el momento en que sonaba el llamador.
—Ésa es Mara, nene, la vas a saludar de rodillas y besándole la mano. ¿Oíste, putito?
—Sí, señora, lo que usted me ordene… —murmuró mientras se arrodillaba con las manos atrás.
Ligia abrió la puerta y se hizo a un lado para franquearle la entrada a su amante. Mara era una muy atractiva mujer de treinta y cinco años, de mediana estatura, pelirroja de cabello enrulado, ojos verdes, delgada aunque de sugerentes curvas. Luego de cerrada la puerta ambas se besaron apasionadamente en la boca, con los brazos de Ligia rodeando firmemente la estrecha cintura de la visitante. Cuando se separaron con algún esfuerzo por demanda de la mutua calentura, Mara envolvió al chico en una mirada lujuriosa mientras Ligia le tomaba la cartera para depositarla en la mesa.
—¿No vas a saludarme, rico?... –dijo la pelirroja.
—Sí… Sí, señora Mara… contestó el chico y avanzó hacia la mujer desplazándose sobre sus rodillas. Mara adelantó su mano, entre soberbia y excitada y Alex la besó sintiendo que su calentura crecía aceleradamente.
—¡Qué bien ...
... educadito lo tenés, amor! ¡me encanta! –exclamó Mara entusiasmada, para después ordenarle a Alex que se pusiera de pie.
—Quiero verte todo, precioso…
Alex se incorporó y quedó de frente ante la mujer, en actitud sumisa, con las piernas juntas, las manos atrás y mirando al piso. Ligia lo observaba complacida y excitada a la vez.
—Es increíble… —opinó Mara tocándose entre las piernas por sobre el jean celeste.
—Sí, nunca vi nada igual… —coincidió Ligia. —Es el intermedio exacto entre chico y chica…
—Y ese pelo largo rodeando esa carita tan linda… —completó la pelirroja y caminó hacia su cartera mientras giraba un poco para mirar a Ligia por sobre el hombro derecho:
—Traje una sorpresa… —adelantó guiñando un ojo.
Abrió su cartera y con expresión lujuriosa sacó un consolar con arnés de cintura. Lo tomó por la base y exhibiéndolo a la altura de su rostro exclamó
—¡Mirá lo que le vamos a dar al nene!
Ligia abrió mucho los ojos y la boca, deslumbrada por el objeto de color piel que semejaba un pene de considerables dimensiones.
—¿Creés que se lo va a poder tragar sin que se le rompa el culo? –interrogó Mara acercándose. Alex se estremeció de miedo ante la pregunta formulado en un lenguaje tan brutal y le costó vencer la tentación de darse vuelta y ver de qué hablaban ambas mujeres.
—No te preocupes, amor. Viene tragándose vergas de ese mismo tamaño y una incluso bien gorda. –detalló la mujerona relamiéndose por anticipado ante la inminente violación del ...