1. La excursión (completa)


    Fecha: 17/05/2020, Categorías: Infidelidad Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    Ese día habíamos madrugado más que de costumbre, porque teníamos que pasar por el chalet de Escalona a dejar a la abuela de Raúl y a su tía Ana. También a su padre, que había quedado en un bar del pueblo con unos amigos para ir de caza. Nosotros, por nuestra parte, habíamos organizado una pequeña excursión. Así que, la Galaxy iba a tope. Raúl al volante, detrás la abuela y su tía Ana, que llevaba a la Tula en brazos; y en segunda fila, es decir, atrás del todo: su padre, su madre y Laura con su último novio (Daniel), que la llevaba sobre las rodillas. Yo, era el copiloto.
    
    Al llegar al pueblo, paramos frente al bar en el que había quedado el padre con sus amigos; y mientras cogía sus bártulos de caza y Ana dejaba que la Tula bajara y lo olisqueara todo, yo aproveché para entrar en el aseo… ¡que descanso!
    
    Ahora, de camino al chalet, los de atrás iban más dicharacheros...
    
    Raúl coqueteaba sutilmente con Dani, pero no creo que el machito se percatara de nada; y menos aún su hermana Laura, que vivía en los mundos de Yupi...
    
    Por fin, llegamos a Nombela y dejamos a la abuela y su tía Ana, que insistían en que nos pasáramos a tomar café después de comer. No sé cómo que quedaría la cosa, porque mi atención estaba puesta en el novio de Laura, que bajó para estirar las piernas y se reflejaba en el retrovisor... ¡que rico está el condenáo!
    
    La madre se despidió de la tía y subió con nosotros después de coger una cesta que le daba la abuela
    
    - ¡Venga chicos! ¡vámonos!... ...
    ... ¡que vamos a llegar a la hora de comer!
    
    Instintivamente, Raúl y yo miramos nuestros relojes... (ya eran las diez y media)
    
    - ¡Joder, como pasa el tiempo!, dije, sin pensar…
    
    - ¡Bueno, venga! que hace un día estupendo, vamos a bajar al río…
    
    A las once y cinco encontramos un sitio paradisiaco, en el que pudimos dejar la Galaxy y prepararnos para descansar y comer tranquilamente (muy cerca del río). El sol lucía maravilloso... y yo me sentí lleno de vida.
    
    Raúl y su madre empezaron a extender unas mantas encima de la hierba, mientras Laura y Dani organizaban las cosas para la acampada, yo cogí mis prismáticos y me acerqué al río…
    
    - ¡José! si te vas a ir a dar una vuelta, no tardes mucho; que ya sabes que me jode tener que esperar para comer
    
    - ¡Vale!... ¡Oído!…
    
    Estaba mirando unas hormigas que iban y venían por un pequeño camino, que seguro que habían hecho ellas mismas... y, poco a poco, sin apenas darme cuenta, terminé de rodillas, entre unos arbustos, con mis prismáticos sobre un hormiguero tremendo…
    
    Oí un chapoteo en el río, que se iba acercando, y levanté la cabeza para ver que era…
    
    Era un rubio, barbudo y barrigón (con apariencia de cuarentón) que avanzaba tranquilamente por el agua….
    
    Era evidente que el río este año llevaba poca agua, por lo menos en este tramo.
    
    Enseguida oí unas voces que le seguían... y alguna risotada... y vi como avanzaba un tiarrón (y digo tiarrón, por lo bueno que estaba el cabrón), moreno, pelicorto, con barba de un ...
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