El tío y la sobrina de su esposa. Hombre maduro, mujer joven, placer asegurado
Fecha: 17/05/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos
... degustamos con la fruición de quien ha sido arte y parte de una venganza de cuernos, pero bien sabíamos que en el pecado esta la penitencia, que esto era solo el comienzo de algo.
Comenzó a vestirse, mientras volvía a gozar mirando ese cuerpo que un instante antes fue tan mío…no sabía que habría mañana, ni si lo habría, pero de pronto me surgió la idea, las ganas del goce total, de ir por más por si no hubiera una segunda oportunidad. Estaba vestida, me invitaba a hacer lo mismo. El sonido del teléfono interrumpió mi respuesta. – Señor, en quince minutos termina su turno. –Gracias.
El tiempo apremia, el desafío mental de hacerle el culo me excita por demás, es el ahora o nunca, en un momento de intrepidez, me coloqué a su espalda, abrazada y besando su cuello vuelvo a hacerla sentir deseable, se excita y me excito cuando meto las manos bajo la falda, entre los labios, vuelve a mojarse toda. La vuelco boca abajo sobre la cama, levanté la falda, hice a un lado la bombacha, y se la mandé dentro, de golpe y de un solo envión, gritó pero ya era tarde, la tenía toda dentro.
Unos pocos movimientos bastaron para ponerme en erección plena, excitado por saber que el destino de mi rigidez era el ano. Mientras con una mano sujetaba su cuello contra el lecho, con la otra desenfundé el miembro y lo coloqué en la puertita del aro, froté con la humedad que traía de la conchita y se la metí sin previo aviso.
Entro la cabeza, forzando el músculo que se frunció por instinto, con ...
... las manos contuve las suyas en su espalda, sofoqué su resistencia, impedí zafarse. Seguía empujando, levemente pero empujando.
Entendió que zafar era inútil sometida y ensartada solo podía escapar cuando eyaculara, me pidió calma, que se lo hicieron una vez, a medias y terminó dolorida, ahora con esa cosa gorda me vas a matar, déjame intentar relajarme y trata de no ser tan brusco. Dije sí a todo y más.
El resto fue tenerla bien agarrada y disfrutar de un culito tan deliciosamente estrecho, meter y sacar era el sumun de los placeres, la estaba domando, sometiendo al poder del macho hasta sus últimas consecuencias. Estas llegaron prontito, el tiempo apremia, la eyaculación llegó con un golpe profundo de verga, bien al fondo, otro golpe y otro más hasta quedar vació. Me contuve un momento para disfrutar de haberla sodomizado.
Salí de ella, fue la misma sensación que descorchar una botella de espumante. Una palmadita en la nalga fue la firma de tremendo polvo.
Es tiempo de partir, me visto a las apuradas, ella acomoda las ropas, limpia unas lágrimas.
- Y esas lágrimas?
- Fue cuando me hiciste la cola, cuando me rompiste el culo!!! Me dolió mucho, pero te sentía tan feliz, y me lo merecía, por eso no quise interrumpirte, lo sufrí calladita.
El viaje hasta el jardín de infantes fue en silencio, no había disculpas ni reproches, no se habló del tema. Recogimos al niño y la dejé en las inmediaciones de la casa.
En la noche recibí un llamado de Vero.
- Son un ...