Historia de la frontera 1: Lorena
Fecha: 19/05/2020,
Categorías:
Hetero
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... en esta época de luna tierna, bastante oscuros. Llegamos a un lugar donde mi coche no se podía ver en ninguna dirección de la solitaria calle. Lorena y yo ya hemos recuperado el calor y ahora nos invade el calor de lo que sabemos vamos a hacer. Intento acomodarme en el asiento del pasajero junto a ella, la cual es una faena bastante difícil para mí altura de un metro ochenta y seis. Lorena tampoco es pequeña, ella debería de medir alrededor de un metro setenta. Tengo muchos recuerdos de este momento, pero me llamaba la atención su voz grave y bastante pausada.
Incomodos, pero eso no importaba, he puesto mis manos en sus piernas y nos enredamos a besos. Poco a poco, veo que nuestra transpiración ha hecho que los cristales del vehículo se empañen. Con la asistencia de Lorena he podido removerle el sostén, y como he podido comienzo a mamarlos y mis manos han llegado por donde siento su afeitada conchita. Ella ya está bien lubricada, pues debido a que orino su panti y ahora no las usa, el acceso de llegar a ese espacio divino ha sido más fácil. Yo me doy gusto mamando sus pezones, pues observo que Lorena lo disfruta gimiendo. Mis dedos se hacen espacio adentro de su vulva y ella ha gemido profundamente. No hay muchas palabras, solamente gemidos de satisfacción. Sabemos que estamos muy excitados y queremos cogernos el uno al otro. Necesitamos colaborar los dos, pues hacerlo en un vehículo deportivo no es nada fácil el maniobrar. Me he tenido que mover al asiento del chofer ...
... para poder deshacerme de mis pantalones y mi bóxer, ella simplemente ha subido la falda de su vestido, pues no lleva calzón. Regreso, y Lorena ya me espera con las piernas abiertas, pero antes que me acomode por sobre ella, me ha tocado la verga y hace la observación: Imagine que tenías un miembro grande por tu altura, pero no la imagine así de grande.
Como hemos podido, nos hemos acomodado y hemos descubierto que Lorena debe subir sus piernas que casi tocan el parabrisas del coche, y yo le he dejado ir toda la verga que exquisitamente se ha deslizado entre una vibración divina, que no si es provocada por el frio, o por el nerviosismo de ella. Los movimientos son lentos, y veo y siento como todos los vidrios están bloqueados por nuestra excitada transpiración y el movimiento de mi coche que se mueve como si fuera una hamaca. En esa posición no logro mamarle los pechos, pero me entretengo en su cuello que también descubro le llena de mucho placer. Ella me abraza fuertemente y solamente me dice susurrando al oído: Tony, eres divino, que rica esta tu verga.
Realmente pude aguantar, pues este tipo de sorpresas son muy excitantes, y la razón que pude aguantar, es porque la noche anterior aun acampando, me he cogido a Gaby en una faena de dos palos. Así, que no tengo los testículos en alta tensión, y manejo esta cogida a Lorena a mi antojo. Con este control, le hablo a Lorena al oído, mientras de vez en cuando con la punta de mi lengua acaricio alrededor de su oreja: Quiero ...