37.1 Con Vasiliy en una cena
Fecha: 21/05/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... tuya o en la mía? -me encojo de hombros, vamos a estar un rato hablando y luego cada uno dormirá en su habitación, mañana tengo trabajo e imagino que él también.
-Si te da lo mismo estaremos en la tuya que te sentirás más cómodo. –le sigo hasta su habitación, camina rápido y moviendo su culo pequeño y contenido en su ajustado pantalón de una manera que inspira el deseo.
Su habitación es muy parecida a la mía, tiene las puertas del armario abiertas y es imposible que pueda contener más ropa, es un delirio y locura la cantidad que tiene y todo para un viaje de unos días. Recoge algo del baño y salimos.
Parece que lo que deseaba coger era el cepillo de dientes lo cual me desconcierta y lleva una bolsa con otras cosas, nos lavamos la boca y nos echamos en la cama, juega con el mando y pone en funcionamiento la televisión.
-Hay dos canales de porno y otros en inglés, español, francés y catalán, ¿qué te apetece ver? -me giro para mirarle, está entretenido con el dichoso mando.
-Prefiero mirarte a ti. –me sumerjo en el cristalino azul de sus ojos que centellean de reflejos y paso mi mano por su mejilla, me acerco y abre expectante su boca, le beso y muerdo ligeramente su labio inferior.
-¡Ayy!, Daniel llevo esperando desde que nos vimos en recepción. –se detiene para apretar nuestros labios, luego continúa. –Se supone que tú eres el hombre y el de la iniciativa.
-¡Oh!, quiero que me beses y me comas. –vuelve a besarme con ansia, se le ha terminado la suavidad ...
... y ahora es ávido besando y yo no lo soy menos.
Después de un rato de repartir nuestros besos necesitamos ir a más, el niño me tiene muy caliente y roza con su rodilla mi polla frotando su cuerpo contra él mío, si yo soy elástico, él es de goma.
Comienza a quitar los botones de mi camisa con premura, lo deja y se quita el jersey que lleva, dejando su blanquísimo pecho al aire, sus tetillas es el único color que le mancha, con las aureolas de café con leche y un puntito marrón de bolígrafo como pezones.
Vuelve a su labor y llevo mi mano para pasarla por la piel de su pecho que transparenta y se le ven algunas venas azules que le riegan.
-¡Oh!, es una camisa muy suave. -pasa su mano por mis poco marcados y lisos pectorales, aunque visibles comparando con él. –Esto es más suave y bello que la camisa.
Le ayudo a retirármela, se coloca a horcajadas sentado en mi vientre, me mira desde allí, se inclina y aproxima su cara, su pelo que le hace de cortina a los lados de su cara roza mi piel y me hace cosquillas, deslizo mis manos por su espalda y llego al borde de su pantalón metiendo mis manos para sujetar su rotundo trasero. Volvemos a besarnos, su boca es una golosina dulce y carnosa y su lengua llena de saliva resbala sobre la mía en sus juegos.
Le sujeto por las caderas y le coloco a mi lado, me mira esperando a ver qué es lo que he decidido, y me deshago de su pantalón, y retiro su bóxer color violeta que sale como una media por lo apretado que lo lleva.
Me ...