1. 37.1 Con Vasiliy en una cena


    Fecha: 21/05/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... quedo mirando su polla, tiene su cara roja y le tiembla el labio inferior, no medirá más de catorce o quince centímetros de longitud y dos centímetros de diámetro, blanca con venas azuladas sin abultar, una mata de rubios vellos en la base y alguno le brillan en el escroto sonrosado, y que parece que contuviera un solo testículo ya que aparenta ser una pelota, apretado con arrugas y muy pegado a la base de su verga, asoma la mitad del puntiagudo glande muy rojo y brillante, es totalmente recta y un poco más gorda la corona del glande que está cubierto.
    
    Soporta estoico mi minuciosa inspección respirando un poco entrecortado.
    
    - Vasiliy, es preciosa. –no me atrevía a tocarla, la veía tan delicada como una figura de cristal rosa.
    
    -¿Te gusta de verdad? -le noto como si se liberara de un complejo.
    
    -Me encanta, sinceramente, es perfecta. –acerco mi mano para pasarla por los vellos de su base, son suaves como la seda.
    
    -Un poco pequeña. –musita abrazándola con su mano. -me acerco hasta él de rodillas y le miro a los ojos que brillan.
    
    -Lo justo Vasiliy, para mi es ideal. –me inclino para besar sus labios ahora muy calientes. Empuja de mi pecho para retirarme de él.
    
    -Déjame un poco la tuya, la deseo como nunca. –el chaval no podía aguantar más y nervioso comenzó a quitar mis pantalones, quería alargar el momento y acariciaba mi bulto por encima de mi bóxer.
    
    -¡Qué grande se está poniendo! -yo sonreía halagado, creo que era la primea vez que alguien se emocionaba ...
    ... con el tamaño de mi verga, sería por otras causas pero por ese motivo no lo recordaba.
    
    Pasaba despacio sus manos por mis muslos y retardaba el momento de acercarlas a mis genitales, me estaba poniendo nervioso y excitado al máximo.
    
    Era desesperante la lentitud con que bajaba mi bóxer, pero le dejaba hacer, era un calvario y se reía al darse cuenta de mi sufrimiento.
    
    ¡Qué olor más delicioso! -es lo que se le ocurrió decir al quedar mi grande al descubierto, brillaba la cabeza de mi polla y el precum que había echado estaba empapado en la tela. Dejó que se formara una gota y que el peso la venciera y resbalara por el fuste antes de sacar su lengua.
    
    Casi sufro un colapso y pierdo el conocimiento al sentir y ver su rosada lengua pasar por todo el tallo de mi verga hasta llegar al frenillo, y allí hacerla temblar golpeando. Cerró sus labios sobre el capullo sin que el prepucio bajara del todo y comenzó a chupar, el pellejo del prepucio vibraba dentro de su boca y comencé a suspirar y a retorcerme.
    
    -No quiero que te corras, quiero sentirla bien tiesa en mi vientre, lo más dura que sea posible. –se mordía sus jugosos labios para decirme lo que deseaba de mi, de mi polla.
    
    -Entonces déjala ya, voy a prepararte un poco. –casi dio un salto y se colocó a gatas en la cama, inclinó el pecho aplastándolo sobre el colchón y me dejó ver el culo más bonito que haya podido admirar.
    
    Sus piernas largas y torneadas, sin un pelo visible, como si se trataran de las piernas de una ...
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